El 9 de enero de 1964 marcó un antes y un después en la historia de Panamá. La osadía de un grupo de estudiantes del Instituto Nacional de Panamá acompañados de alumnos de otros colegios, como la Escuela Profesional Isabel Herrera Obaldía, el Colegio Artes y Oficios Melchor Lasso de la Vega y algunos civiles, trajo consigo un suceso insignia en la lucha por nuestra total soberanía.
Aquel 9 de enero de 1964, cientos de estudiantes panameños llegaron hasta lo que era entonces la Escuela de Balboa de la Zona del Canal, para reclamar la izada de la bandera nacional de Panamá.
Hecho que posteriormente trajo consigo uno de los peores enfrentamientos en la historia del país, entre panameños y estadounidenses, dejando consigo el trágico fallecimiento de 21 nacionales y más de 550 heridos.
Los estudiantes panameños querían hacer cumplir el convenio bilateral establecido entre Panamá y Estados Unidos, denominado Kennedy-Chiari, el cual establecía el derecho a que nuestro pabellón fuera izado junto con la bandera norteamericana dentro del territorio de la llamada Zona del Canal de Panamá.
Posterior a estos hechos, el presidente de la época, Roberto F. Chiari, rompió relaciones con los Estados Unidos de América, las cuales se reanudaron cuando Washington aceptó revisar sus relaciones entorno al Canal de Panamá que le permitían administrar la vía a perpetuidad, así como ejercer gobierno sobre las áreas aledañas.
Como parte de ese proceso, los gobiernos de Panamá y Estados Unidos acordaron el 7 de septiembre del año 1977 los Tratados Torrijos-Carter, que pactaron que para el mediodía del 31 de diciembre de 1999, Panamá debía recibir la transferencia a totalidad del Canal de Panamá, además de todas las áreas contiguas. Un legado que a la fecha se lo debemos a esos mártires y héroes de la patria que con el derramamiento de su sangre, forjaron con líneas de oro, las letras que marcarían que Panamá tuviera una soberanía absoluta sobre su territorio.