Luis Huerta, director encargado de Seguridad del Municipio de Panamá, aseguró que la comuna capitalina se convertirá en la “piedra en el zapato” de los “bien cuidado” para evitar que estas personas usurpen los espacios públicos, para cobrar ilegalmente a los ciudadanos por el uso para estacionarse.
Según Huerta, el problema de los bien cuidado “hay que atacar de raíz porque no estamos hablando de personas que no tienen qué comer, lo que ocurre es que estos individuos no van obtener un trabajo que le de más (ingresos) que esa”.
Agresión contra vigilante
La reacción de Huerta se dio después de que un bien cuidado intentó agredir a un vigilante municipal a quien le había pedido dejar de ejercer esa labor en el espacio público entre la Calle 35 y 36 de la vía Justo Arosemena.
La agresión contra el funcionario municipal se hizo viral en las redes sociales.
“Estamos coordinando con la Policía Nacional para atender este flagelo; como se ve en el video estamos ante una actitud delictiva y criminal”, precisó.
Huerta explica que el bien cuidado se cree dueño de la esquina y amenaza a los particulares que utilizan los lugares públicos para estacionarse, “él cree que es el dueño y el vigilante es un abusador que no tiene porqué impedir esa práctica”, sostuvo.
Según Huerta los bien cuidados no son indigentes sino delincuentes y este caso ante el guardia municipal es “una muestra de ello”.
Entrenamiento
Huerta explicó que los guardias municipales tienen entrenamiento para manejarse con vara policial, sin embargo, no son expertos en defensa personal.
“Los vigilantes pasan por un entrenamiento vigoroso, pero no son expertos en defensa personal, entonces tenemos que recurrir al refuerzo que fue lo que ocurrió en este caso”, destacó.
El funcionario señaló que en este incidente habían unidades de la policía quienes prestaron ayuda al resto de las unidades de vigilancia del Municipio que llegaron a atender el suceso.
Por otra parte, Huerta aseguró que el bien cuidado se negó a ser sometido a una revisión médica y también se rehusó a firmar una declaración de que no fue maltratado.