En una reunión clave celebrada este martes en el Palacio de las Garzas, el Presidente de Panamá, José Raúl Mulino, y la jefa del Comando Sur de EE.UU., General Laura Richardson, abordaron urgentes asuntos hemisféricos incluyendo la crisis democrática en Venezuela, el aumento en el flujo migratorio y las persistentes amenazas del narcotráfico y el crimen organizado.
La problemática migratoria también fue tema central de la conversación, especialmente considerando que el 66% de los migrantes que atraviesan la selva de Darién son venezolanos, lo cual, según el Presidente Mulino, podría exacerbar la crisis migratoria en la región.
En respuesta, tanto la General Richardson como la embajadora Aponte expresaron preocupación por la inestabilidad en la región y reafirmaron el valor de Panamá como socio estratégico, comprometiéndose a realizar inversiones significativas para fortalecer la democracia y la seguridad en Panamá y en el entorno regional.
Además, se ofreció cooperación en la repatriación de migrantes y asistencia técnica para el mantenimiento de helicópteros del Servicio Nacional Aeronaval de Panamá, destacando el compromiso de Estados Unidos con la seguridad panameña. El presidente Mulino reiteró la importancia de esta alianza, subrayando su solicitud de asistencia en seguridad, tecnología y cooperación.
La delegación estadounidense incluyó a asesores clave del Comando Sur y al jefe de la Oficina de Cooperación de Defensa, mientras que el presidente Mulino estuvo acompañado por su canciller y varios directores de seguridad nacional, consolidando el diálogo como un paso adelante en la colaboración bilateral entre Panamá y Estados Unidos.