El Ministerio de Salud (Minsa) ha emitido la Resolución N°. 146 del 31 de enero de 2025, publicada en la Gaceta Oficial el 13 de febrero, que establece la prohibición del uso, venta, publicidad, promoción, patrocinio y propaganda de cigarrillos electrónicos y dispositivos similares para menores de edad. Esta normativa, que entrará en vigor a partir del 31 de julio de 2025, busca reforzar la protección de la salud pública y mitigar el impacto de estos productos en la población joven.
Además, exige que los proveedores y expendedores de estos artículos coloquen carteles visibles en los puntos de venta, informando la prohibición de su comercialización a menores de edad.
Norma Astudillo, coordinadora de la Comisión Nacional de Control de Tabaco y jefa del Departamento de Análisis de Situación y Tendencias de Salud, destacó que esta regulación es clave para Panamá, ya que regula el uso de dispositivos que generan riesgos para la salud y el medioambiente.
Según explicó, los aerosoles producidos por estos dispositivos contienen glicoles, aldehídos, compuestos orgánicos volátiles, hidrocarburos aromáticos policíclicos, nitrosaminas, metales y metaloides, incluyendo arsénico, además de partículas de silicato y otros componentes perjudiciales.
La prohibición también restringe el consumo de estos productos en oficinas gubernamentales y privadas, medios de transporte público y sus terminales, áreas comunes de edificios residenciales y comerciales, instituciones educativas y de salud, espacios deportivos y recreativos, así como en cualquier ambiente laboral cerrado.
También se establece que los menores de edad no podrán dedicarse a la venta de estos productos ni ser empleados para tal fin.
Sanciones
En cuanto a las sanciones, Astudillo explicó que el Ministerio de Salud aplicará las normativas vigentes, amparándose en el Código Sanitario de 1947 y la Ley 40 de 2006, que facultan a la institución para imponer multas, infracciones y cierres temporales a los establecimientos que incumplan la normativa.
Panamá se ha consolidado como un referente en el control del tabaco en la región.
Según datos oficiales, el país tiene la prevalencia más baja de consumo en la población mayor de 15 años en América y ocupa la cuarta posición a nivel mundial.
Con la implementación de esta nueva regulación, el país refuerza su compromiso con la salud pública y la prevención de enfermedades relacionadas con el consumo de nicotina.