Hospitales de la región metropolitana de Salud de Panamá se adecua ante la posible llegada al país de la viruela del mono, enfermedad que ha sido detectada en varios países del mundo. La directora de Provisión de Servicios del Ministerio de Salud (Minsa), Yelkys Gill, por instrucciones del ministro de Salud, Luis Francisco Sucre realizó un recorrido por los Hospitales Irma De Lourdes Tzanetatos, de la 24 de diciembre y Hospital San Miguel Arcángel para adecuar y habilitar áreas de aislamiento ante la alerta epidemiológica emitida recientemente por la Organización Mundial de la Salud por la viruela del mono o símica.
Durante el recorrido se verificó las áreas de aislamiento existentes para adecuarlas y evitar una infección cruzada entre los pacientes y el personal de salud, explicó la Dra. Gill.
La alerta epidemiológica de la OMS, la Dirección General de Salud del Ministerio de Salud, se mantiene en alerta para poder captar y abordar oportunamente aquellos casos que se consideren sospechosos.
El mecanismo de transmisión de la enfermedad consiste en el contacto de una persona con el virus de un animal el cual ingresa al cuerpo a través de heridas en la piel, mordeduras o arañazos, preparación de carne de animales silvestre, el tacto respiratorio o las membranas mucosas tales como ojos, nariz o boca.
Los síntomas de esta enfermedad pueden durar de 5 a 21 días. La OMS explicó que la infección de viruela símica puede dividirse en dos etapas.
La primera es la de incubación, que puede durar entre cero a 5 días. La segunda, de erupción cutánea, que puede variar entre uno a tres días, después del inicio de la fiebre. Esta afección en la piel suele afectar en el 95% de los casos Enel rostro; el 75% las palmas de las manos y de los pies.
Otros síntomas de esta enfermedad son: cefalea, inicio súbito de fiebre, mialgia, dolor de espalda, astenia e infadenotapía.
El método principal de detección es la PCR de las lesiones cutáneas (capas y líquido de las lesiones, costras).
La viruela símica se detectó por primera vez en seres humanos en 1970 en la República Democrática del Congo, en un niño de 9 años, en una región en la que la viruela se había erradicado en 1968.