La migración irregular continúa impactando Panamá, miles de personas siguen atravesando la peligrosa selva del Darién dejando, a pesar de las restricciones que ha tomado el gobierno panameño. Este sábado, los ministros de Seguridad de Costa Rica, Mario Zamora Cordero y Panamá, Juan Manuel Pino, se trasladaron a las comunidades fronterizas en la provincia del Darién, donde ingresan los migrantes.
El ministro de Seguridad de Panamá, admitió que la migración irregular no parará, mientras no llega a un acuerdo para frenar esta crisis migratoria.
Pino aseguró que tanto, Costa Rica y Panamá se encuentran buscando soluciones en conjunto, para afrontar la situación migratoria
En la gira donde también participan directores de los estamentos de seguridad, las autoridades realizarán sobrevuelos en Bajo Chiquito y Canaán Membrillo, además de las áreas de Cañas Blancas y Lajas Blanca.
De acuerdo con estadísticas del Ministerio de Seguridad de Panamá, en lo que va del año han pasado por la selva de Darién más de 390,835 migrantes irregulares, mucho más que en todo 2022, cuando fueron 248,000 personas.
Peligro que se exponen los migrantes
La frontera natural del Darién, de 266 km de largo y 575.000 hectáreas de superficie, se convirtió en corredor obligado para miles de migrantes que, desde Sudamérica, tratan de llegar sin visa a Estados Unidos a través de Centroamérica y México.
La mayoría de las personas son venezolanos, pero también hay ecuatorianos, haitianos, chinos, vietnamitas, afganos y de países africanos como Camerún y Burkina Faso. Hay gente de todas las edades, incluso bebés, y algunos de estos infantes han nacido en territorio panameño.
Las personas que toman esta ruta, no solo se exponen a la peligrosa selva, donde hay animales peligros, sus ríos caudalosos y acantilados, sino también con las bandas criminales que roban, secuestran y violan.
Medidas del gobierno panameño
El Servicio Nacional de Frontera (Senafront) de Panamá ha tomado la medida de reforzar el bloqueo marítimo y costero en ambos litorales para mitigar el efecto migratorio en la ruta.
De igual forma, han reforzado el control rivereño en las comunidades de Canaán Membrillo y Bajo Chiquito, ambas comunidades a las que llegan los migrantes irregulares, con la intención de que no se establezcan campamentos clandestinos en las cabeceras de los ríos, que devasten y contaminen el medio ambiente.
Mantienen una intensificación en la búsqueda de información y acciones directas contra la delincuencia organizada transnacional, mediante la identificación de redes, atacándola de manera conjunta con el Ministerio Público, para ponerlos a órdenes de las autoridades competentes.
Panamá ha restringido el uso de los senderos utilizados por los migrantes en los límites fronterizos, para evitar que la contaminación llegue a otras áreas protegidas que no han sido impactadas.
Como resultado de la “Operación Escudo” que actualmente desarrolla el Senafront, se han decomisado más 95 armas de fuego y ha rescatado a más de 576 migrantes que estaban en manos de redes criminales.