Desde la firma del memorando de entendimiento para el manejo de la migración irregular, el gobierno de Estados Unidos ha destinado más de $1.1 millones para financiar operaciones aéreas ejecutadas por Panamá. Estas operaciones han permitido la deportación y expulsión de migrantes que no cuentan con las bases legales para permanecer en el país.
El memorando, firmado el pasado 1 de julio por el secretario de Seguridad Interna de EE.UU., Alejandro Mayorkas, y el canciller de Panamá, Javier Martínez Acha, establece un programa piloto financiado por el gobierno estadounidense para cubrir los costos de los vuelos, incluidos los pasajes de los deportados, escoltas, traductores y otros gastos operativos. Según cifras oficiales, el cruce de migrantes ecuatorianos y colombianos ha disminuido en un 92% y 65%, respectivamente, desde el inicio de estos vuelos.
En los primeros tres meses del programa, se han deportado personas a Colombia, Ecuador e India, y en vuelos comerciales a Afganistán, Pakistán, Rusia y Turquía. Algunos de los deportados contaban con antecedentes penales, y todos fueron procesados conforme a la ley migratoria panameña, en respeto a acuerdos internacionales de protección de migrantes.
La embajadora de EE.UU. en Panamá, Mari Carmen Aponte, destacó la estrecha colaboración entre ambos países.
El objetivo del memorando es desalentar la peligrosa migración irregular a través de la selva del Darién, donde los migrantes enfrentan amenazas como violencia, robos y extorsión.
El gobierno de Estados Unidos subrayó que seguirá apoyando los esfuerzos de Panamá para controlar de manera segura, legal y humanitaria los flujos migratorios a través del Darién, mientras se trabaja en conjunto para combatir las redes de tráfico de personas en la región.