El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, concluyó su visita oficial a Panamá y entre otros temas se refirió al flujo migratorio irregular por la región expresando que la situación que se registra en la selva de Darién es “preocupante”.
Albares subrayó los “nuevos desafíos, desafíos que son compartidos”, como es el caso de la migración irregular a través de la peligrosa selva del Darién, la frontera natural entre Colombia y Panamá, una situación en la que España puede “aportar su experiencia”.
En lo que va de año más de 68 mil 400 migrantes han cruzado la selva del Darién, unos 22 mil 673 más respecto al mismo periodo del año pasado, según informaron la semana pasada las autoridades panameñas.
El aumento de migrantes por el Darién en su trayecto hacia Estados Unidos o Canadá en busca de mejores condiciones de vida ha sido progresivo desde 2021, llegando a la cifra récord de más de 520 mil en 2023, el doble que el año anterior, y para 2024 se prevé un alza de migrantes en tránsito por esa peligrosa ruta de hasta un 20%.
El Gobierno de Panamá insiste en que la migración por el Darién es un “negocio” del crimen organizado para lucrarse, y el año pasado, según cifras del Ministerio de Seguridad de Panamá, ingresaron 820 millones de dólares por el traslado de migrantes por la selva del Darién.
En este sentido, Albares explicó que también mantienen una “cooperación policial en la lucha contra las mafias que trafican con seres humanos, contra la trata de personas”, además de favorecer España la migración regular a través de acuerdos de migración circular.
Albares concluyó en Panamá un breve viaje a América Latina que le llevó antes a la vecina Colombia, donde en Cartagena de Indias participó en la celebración del vigésimo aniversario del Centro de Formación de la Cooperación Española y en la inauguración del primer Foro Mundial para la Eliminación del Cáncer de Cuello Uterino.