En un año en el que se espera una cifra récord de migrantes que cruzarán el Darién en su travesía hacia EE.UU., las autoridades de Colombia y Panamá "no los están protegiendo ni asistiendo", ni tampoco investigan los abusos de que son víctimas, señala Human Rights Watch (HRW) en un informe publicado este miércoles.
El informe 'Abandonados en la selva: Protección y asistencia para migrantes y solicitantes de asilo en el Tapón del Darién' es el segundo de una serie de documentos de HRW sobre la densa selva que se ha convertido en el paso para miles de migrantes que buscan un futuro mejor o huir de la violencia.
Denuncian delitos contra migrantes en Panamá
En sus visitas a la frontera entre Colombia y Panamá, HRW ha constatado que los esfuerzos para garantizar el acceso a alimentación, agua y servicios básicos de salud son insuficientes, lo que afecta los derechos tanto de los migrantes como de las comunidades locales que han sido marginadas por años y sufren con altos índices de pobreza y falta de oportunidades.
Los delitos contra migrantes en el Darién, incluyendo constantes casos de violencia sexual, "normalmente no son investigados ni castigados", recoge el informe.
Más de medio millón de personas cruzaron el Darién en 2023, incluyendo 113.000 menores de edad, y el gran número de migrantes que atravesaron esa selva entre enero y febrero de 2024 apunta a que este año sean más de 700.000.
Quién cruza el Darién
La dura travesía por esta selva llena de peligros, naturales y humanos, la emprenden sobre todo venezolanos, haitianos y ecuatorianos, pero también personas de otros continentes como Asia y África.
Más de 1.300 personas han denunciado organizaciones internacionales haber sufrido violencia sexual entre abril 2021 y enero 2024, pero es posible que las cifras reales sean aún mayores. Sin embargo, entre enero de 2021 y diciembre de 2023, la Procuraduría de Panamá informó que sólo sabía de 285 víctimas de violencia sexual.
Además, "decenas, si no cientos, de personas han perdido la vida o han desaparecido".
En un caso documentado por HRW en octubre de 2022, una pareja venezolana emprendió el viaje con sus tres hijos y, en medio de la ardua caminata, un desconocido se ofreció a llevar a su hijo de seis años para acelerar el viaje, y adelantó al grupo.
Cuando los alcanzaron a la mañana siguiente, el hombre les dijo que su hijo se había ahogado al cruzar el río. Las autoridades tardaron ocho días en iniciar la búsqueda e Interpol emitió una alerta por su desaparición más de un mes después. Hasta la fecha, el niño sigue desaparecido.
Llamado de atención a dos países
El Gobierno panameño aplica una estrategia de "flujo controlado" centrada en "restringir el movimiento de estas personas dentro de Panamá y asegurar que lleguen rápidamente a Costa Rica, en lugar de atender sus necesidades o garantizar que puedan solicitar refugio".
HRW llamó a ambos países a nombrar a un alto funcionario o asesor encargado de la respuesta a la crisis humanitaria, que también permita la coordinación entre autoridades.
Esta es una crisis que "exige un esfuerzo más amplio de toda la región", por lo que "gobiernos latinoamericanos y de EE.UU., deberían revertir las medidas que están impidiendo el acceso a refugio y que llevan a las personas a cruzar lugares peligrosos como el Darién".
"No deberían dejar solos a Colombia y a Panamá frente a los desafíos del Tapón del Darién", concluyó Goebertus.