En un esfuerzo continuo por salvaguardar el bienestar de los menores, Liana Ortega, mayor de la Policía de Niñez y Adolescencia, destacó la labor preventiva en escuelas y comunidades para abordar eventualidades que involucren a niños y adolescentes. Ortega definió esto como una mano amiga y un "puente" crucial para hogares e instituciones educativas.
Presencia de la policía
Ortega declaró que, la presencia policial en las escuelas es activa, desarrollando programas de prevención para los jóvenes en momentos clave como las entradas y salidas de los recintos. También resaltó que, los agentes no solo imparten enseñanzas, observan y conocen a los estudiantes, trabajando en colaboración con directivos para abordar situaciones particulares como niños que llegan o se van solos.
Ortega explicó que, un aspecto crucial de su trabajo se centra en los desafíos que presentan los menores en el entorno digital, teniendo consciencia de que los niños y adolescentes pueden no tener la madurez para entender los peligros en línea, en especial en redes sociales. Enfatizó que, la policía se mantiene en constante actualización para abordar estas problemáticas, reconociendo que, el uso de la tecnología sin control puede exponer a los infantes.
Catálogo de programas
La mayor compartió que a través de un catálogo diverso de programas adaptados a cada edad, desde preescolar hasta la educación media, incluyendo iniciativas como Educación Preventiva Contra el Consumo de Drogas (DARE), la policía busca inculcar valores, principios y formar individuos provechosos para la sociedad. Ortega señaló que, estos programas enseñan a los niños desde cómo cuidar su cuerpo e identificar riesgos a temprana edad, hasta la resistencia a las drogas y la violencia en etapas posteriores.
Si bien el foco principal está en la prevención, la Policía de Niñez y Adolescencia también interviene en situaciones donde se encuentran elementos como armas en los planteles educativos. Para estos casos, la mayor argumentó que, se sigue un trámite correspondiente que vele por el interés superior del menor, subrayando un compromiso integral con la protección de la infancia y la adolescencia.