La Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (APEDE) ha manifestado su profunda preocupación ante las reformas propuestas a la Ley Orgánica de la Caja de Seguro Social (CSS). En una carta dirigida a la Comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo Social de la Asamblea Nacional (AN), presidida por el diputado Alain Cedeño, la APEDE expone varios puntos críticos que podrían afectar la estabilidad y eficiencia del sistema de seguridad social del país.
Otro aspecto preocupante es la transferencia de la administración de los fondos de pensiones al Banco Nacional y la Caja de Ahorros, eliminando la opción de contratar un administrador de fondos privados. La APEDE cuestionó la capacidad técnica de estas entidades para gestionar eficientemente los fondos de pensiones y garantizar su rentabilidad y seguridad.
La propuesta de utilizar parte del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) de gas y alcohol para financiar la CSS también genera inquietud. En 2023, el ISC recaudó $338 millones y, a noviembre de 2024, alcanzó los $355 millones. La APEDE advirtió que esta reasignación de fondos podría afectar las finanzas del gobierno central y requerir otras fuentes de ingresos.
Además, la asociación solicita claridad sobre el aumento del aporte estatal de $966 a $997.5 millones, insistiendo en la necesidad de conocer la procedencia de estos fondos para evitar futuros problemas financieros.
La administración de los fondos por parte de la CSS y la posibilidad de contratar administradores de inversiones con un límite del 10% de los Fondos de Reserva es otro tema de debate.
La APEDE también alertó sobre la alta concentración de inversiones en deuda soberana, con hasta un 75% del fondo destinado a este tipo de activos, lo que podría comprometer la estabilidad financiera del sistema.
Propuestas de APEDE para una Reforma Sostenible
Ante estas preocupaciones, la APEDE recomienda:
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Mantener los requisitos de experiencia para los miembros de la Junta Directiva de la CSS.
Permitir una mayor participación de administradores de inversiones privados y diversificar las inversiones de los fondos.
Evitar una alta concentración de inversiones en deuda soberana.
Incluir dos directores independientes en la Junta Directiva de la CSS.
Implementar una supervisión externa por parte de la Superintendencia de Seguros para garantizar una gestión eficiente y transparente de los fondos.