El presidente de Rusia Vladimir Putin asistió este sábado 19 de febrero a maniobras militares de gran magnitud y a pruebas de misiles entre avisos de Estados Unidos de una invasión inminente a Ucrania, donde aumentan los incidentes entre Kiev y los separatistas prorrusos, que anunciaron una "movilización general" en la región de Donetsk
La agencia estatal rusa Ria Novosti informó de dos explosiones, entre ellas un oleoducto, en Lugansk, una ciudad de este de Ucrania controlada por los separatistas. Y las autoridades de estos territorios rebeldes ordenaron la evacuación de civiles hacia Rusia.
Este sábado, el líder rebelde en la región de Donetsk llamó a una movilización general de la población.
Por su parte, el gobierno de Vladimir Putin niega albergar intenciones de atacar a su vecino prooccidental, pero exige garantías de seguridad para Rusia como la retirada de la OTAN de Europa del Este y un freno a su ampliación, que sus interlocutores rechazan.
Y a pesar de los anuncios de retiradas de tropas rusas en la frontera, el presidente estadounidense Joe Biden se dijo el viernes "convencido" de que Vladimir Putin ha decidido invadir Ucrania y que la multiplicación de incidentes en el este de Ucrania busca crear una "falsa justificación" para lanzar su ataque en la semana o los días venideros.
Pero mientras no se produzca una invasión, "la diplomacia es siempre una posibilidad", dijo Biden anunciando un encuentro entre su secretario de Estado Antony Blinken y el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, el próximo jueves.
Por su parte, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski debe encontrarse este sábado en Múnich (Alemania) con dirigentes occidentales, entre ellos la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris.
Washington estima que Rusia dispone de 190.000 efectivos en las fronteras y el territorio de Ucrania, contando las fuerzas rebeldes separatistas.
Es "la mayor concentración de tropas militares" desde la Guerra Fría, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, juzgando que la Rusia de Vladimir Putin estaba "en medida, sin otra forma de aviso, de atacar".
El Pentágono aseguró el viernes que un 40-50% de las tropas rusas están "en posición de ataque" y que los incidentes en la línea del frente forman parte de "una campaña de desestabilización de Ucrania" previa a una invasión.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, afirmó a la cadena ABC que Rusia había reunido los elementos "necesarios para una invasión exitosa". "No creo que sea un farol", declaró.
Rusia no ha divulgado el número de soldados desplegados en las fronteras con Ucrania o en las maniobras conjuntas con Bielorrusia.
El ministerio de Defensa anunció que Vladimir Putin supervisaría personalmente maniobras militares que incluirán lanzamientos de misiles balísticos y de crucero capaces de llevar cargas nucleares.
Estos ejercicios movilizarán fuerzas del distrito militar Sur, las fuerzas aeroespaciales, las flotas del Norte y del mar Negro, así como las "fuerzas estratégicas". Estas últimas están equipadas de misiles con alcance intercontinental, bombarderos estratégicos, submarinos, buques y una aviación naval equipada con misiles submarinos convencionales.
El portavoz de Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró que es un "proceso de entrenamiento regular".
Occidente ha prometido de forma unánime sanciones económicas devastadoras para Rusia si ataca Ucrania. Harían de Rusia un "paria", dijo el viernes un responsable estadounidense.
Pero Vladimir Putin restó importancia a estas advertencias: "Las sanciones serán introducidas pase lo que pase. Haya una razón o no, encontrarán una porque su objetivo es frenar el desarrollo de Rusia", indicó.
© Agence France-Presse