El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), advirtió este miércoles que al menos 3 millones de niños y adolescentes se encuentran en situación de riesgo en el Caribe por el paso del huracán Beryl, que ya alcanzó la categoría máxima de 5, golpeando varias islas y zonas costeras con fuertes vientos, lluvias torrenciales e inundaciones repentinas.
Unicef recordó que el huracán Beryl ya "arrasó" partes de "Granada, San Vicente y las Granadinas, Barbados y Santa Lucía, provocando fuertes vientos, marejadas ciclónicas y fuertes lluvias que dañaron espacios seguros para los niños, incluidos sus hogares y escuelas".
"Es fundamental invertir en las capacidades nacionales para prepararse y responder a emergencias relacionadas con el clima y proporcionar servicios esenciales a la niñez", dijo Hulshof, por lo que Unicef y sus socios aportaron previamente suministros como botiquines médicos, kits educativos, suministros esenciales de agua, materiales de saneamiento e higiene, entre otros.
Unicef enciende las alertas
Según Unicef, América Latina y el Caribe es la segunda región más propensa a desastres del mundo. En el Caribe, 1,9 millones de personas, incluido medio millón de menores, se ven afectados por desastres cada año. Los pequeños Estados insulares y en desarrollo del Caribe son particularmente vulnerables a las crisis climáticas debido a su tamaño y su extrema exposición a los peligros naturales y los efectos de la crisis climática.
El lunes en la noche, Beryl alcanzó la categoría 5 (la máxima en la escala Saffir-Simpson, que mide los ciclones por sus vientos), y bajó a 4 el martes por la tarde, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) de EE.UU., con sede en Miami.
Al menos siete personas han fallecido hasta ahora por el paso del huracán Beryl: tres en Granada, otra en San Vicente y las Granadinas, islas del Caribe Oriental, y tres en Venezuela, además de varios desaparecidos.