Los rescatistas libraban el miércoles una batalla contra el tiempo para sacar a sobrevivientes de los escombros antes de que sucumban al frío, dos días después de que un sismo azotó el sur de Turquía y el norte de Siria. La cifra de muertos ya superaba los 7.700 y se presume que aumentará.
En Siria, los residentes encontraron a una recién nacida llorando y todavía unida por el cordón umbilical a su madre, que había muerto. La bebé era la única sobreviviente de su familia luego del colapso de un edificio en la pequeña localidad de Jinderis, comentaron otros familiares a The Associated Press.
Los equipos de búsqueda de alrededor de 30 países empezaron a llegar, así como la ayuda. Pero con los daños repartidos por varias ciudades y localidades, algunas aisladas por el actual conflicto en Siria, las voces que pedían ayuda desde el interior de los montones de escombros se silenciaron.
El terremoto de magnitud 7,8 del lunes y las fuertes réplicas dejaron una estela de destrucción que se extendía por cientos de kilómetros a través del sureste de Turquía y de la vecina Siria. El sismo hizo colapsar cientos de edificios y llevó más miseria a una región asolada por 12 años de guerra civil en Siria y por la crisis de refugiados.
Turquía alberga a millones de refugiados de la guerra siria. La zona afectada en Siria está dividida entre el territorio controlado por el gobierno sirio y el último bastión opositor en el país, donde millones dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir.
Las inestables pilas de metal y hormigón hicieron que las labores de búsqueda fueran peligrosas, mientras que las gélidas temperaturas las hacían aún más urgentes, a medida que crecía la preocupación sobre cuánto tiempo podrían aguantar en el frío los sobrevivientes atrapados. La nieve se arremolinaba alrededor de los equipos de rescate en algunas zonas de Turquía.
La magnitud del sufrimiento, y la labor de rescate que lo acompaña, eran impresionantes.
Nuevos rescates en Turquía y Siria tras el sismo, que deja 12 mil muertos
Muchos sobrevivientes en Turquía han tenido que dormir en automóviles, a la intemperie o en albergues colocados por el gobierno.
Adelheid Marschang, funcionaria de emergencias de alto rango de la Organización Mundial de la Salud, dijo que hasta 23 millones de personas podrían verse afectadas en toda la zona azotada por el sismo, señalando que se trataba de “una crisis sobre múltiples crisis”.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan señaló que 13 millones de los 85 millones de habitantes del país se vieron afectados, y declaró un estado de emergencia en 10 provincias. Más de 8.000 personas han sido sacadas de los escombros en Turquía, y unas 380.000 se han refugiado en los albergues instalados por el gobierno y en hoteles, señalaron las autoridades.
Sin embargo, las autoridades fueron criticadas por residentes de la afectada zona de Hatay, que se encuentra entre Siria y el mar Mediterráneo, debido a que, señalaron, las labores de rescate se han demorado. El manejo de la crisis por parte de Erdogan podría repercutir en gran medida en las elecciones programadas para mayo, y su oficina ya ha rechazado las críticas, señalando que se trataba de información falsa.