En entrevista, el político nicaragüense Juan Sebastián Chamorro profundizó en el entramado internacional que sostiene al régimen de Daniel Ortega, así como las rutas legales que la oposición impulsa para presionar desde afuera. Entre demandas, influencias extranjeras y fracturas internas, trazó un mapa del momento político que vive Nicaragua y de por qué según él no es un caso aislado, sino una alerta para la región.
Para él, estas acciones no solo buscan justicia, sino establecer precedentes para otras naciones: “Si vivís en un país de América Latina y empezás a ver señales de lo que Ortega hizo hace diez años, no te quedés callado. Reaccioná antes de que sea tarde”, afirmó.
La influencia externa: China, Rusia y alianzas incómodas
De acuerdo con Chamorro, el aislamiento diplomático del régimen empujó a Ortega a consolidar alianzas con países como Rusia, China, Bielorrusia, Corea del Norte e Irán. Y esa cercanía no es inocente.
Sobre China, fue contundente: la calificó de llevar una “diplomacia de la deuda” que ya estaría desmantelando sectores claves del país. Señaló que se han otorgado “centenares de miles de hectáreas” en concesiones mineras a empresas chinas: “¿A cambio de qué? De apoyo político”, dijo.
Respecto a Rusia, aseguró que la relación es histórica y que su presencia en Managua es evidente, incluso con instalaciones de inteligencia. Relató que policías que lo interrogaron presumían entrenamientos en escuelas soviéticas.
El poder de Ortega-Murillo: más frágil de lo que parece
Aunque reconoce que desde afuera el régimen luce “atornillado”, Chamorro insistió en que la estabilidad es aparente. Comparó el caso con la caída del Muro de Berlín y sostuvo que Ortega atraviesa un deterioro político y físico evidente.
Además, reveló un clima interno de purgas: un comandante de la revolución encarcelado, asesores presos, incluso un hermano del mandatario fallecido bajo custodia policial. Estos quiebres, dice, son señales de erosión.
¿Y la región? Maduro, Cuba y el efecto dominó
Chamorro cree que un eventual cambio político en Venezuela tendría repercusiones inmediatas en Nicaragua: “Ortega perdería a un aliado poderoso y quedaría mucho más solo frente al pueblo”. Cuba, afirma, ya no tiene capacidad de sostener a nadie.
Ese debilitamiento externo sumado al desgaste interno podría abrir “dinámicas políticas interesantes” dentro del país.
Trump, Estados Unidos y lo que podría venir
El político explicó que Ortega activó, por sus acciones, un proceso federal en EE. UU. que obliga al representante comercial de ese país a presentar opciones de política ante el presidente. Aunque no espera que Nicaragua sea una prioridad estratégica para Trump, considera probable una firma presidencial que aumente la presión: “¿Por qué no lo va a firmar? Ya tiene evidencia de violaciones laborales, persecución religiosa y competencia desleal”.




