Rusia intensificó la ofensiva en la región del Donbás, en el este de Ucrania, reivindicó este sábado el control de la estratégica localidad de Limán y afirmó que probó con éxito un misil hipersónico en el Ártico. El ministerio de Defensa ruso aseguró que controla la localidad de Limán, un punto clave en su avance en el este de Ucrania, que allana a sus tropas el camino hacia Sloviansk, que Kiev arrebató a los separatistas prorrusos en 2014, Severodonetsk y Kramatorsk, capital de la región de Donetsk que sigue bajo control de Ucrania.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski reconoció en un video que "la situación en el Donbás es muy, muy difícil".
Zelenski aseguró que "si los ocupantes piensan que Limán y Severodonetsk serán suyas, se equivocan". "El Donbás será ucraniano", reiteró.
Un jefe policial de los separatistas prorrusos de Lugansk, citado por la agencia rusa de noticias Ria Novosti, afirmó que "Severodonetsk está actualmente rodeada" y las fuerzas ucranianas están atrapadas.
Pero el gobernador de Lugansk, Sergei Gaidai, aseguró por Telegram que es un error decir que la región vaya a caer bajo "control total del enemigo" ruso en "uno, dos o tres días".
"Lo más probable es que no" lo tomen, pero "tal vez para evitar ser rodeados, podría haber una orden de retirada de nuestras tropas", admitió.
Putin advierte sobre una "desestabilización"
"Algunos aliados evitan dar las armas necesarias por temor a una escalada. ¿Escalada? Rusia utiliza ya las armas no nucleares más pesadas, quemando gente viva. Tal vez sea el momento (...) de darnos" lanzadores de cohetes múltiples, expresó por Twitter el asesor presidencial ucraniano Mijailo Podoliak.
Medios estadounidenses citaron esa posibilidad, pero el portavoz del Pentágono, John Kirby, no lo confirmó.
"Seguimos comprometidos a ayudarlos a vencer en el campo de batalla", aseguró.
El primer ministro británico, Boris Johnson, prometió el continuo apoyo de su país "incluyendo la ayuda para entregar el armamento que necesiten" en una llamada con Zelenski, informó su despacho.
Por su parte, Putin advirtió en la conversación con los líderes de Alemania y Francia contra los "peligros" de una "mayor desestabilización"