El papa Francisco partió este martes rumbo a República Democrática del Congo (RDC) para una visita de cuatro días, primera etapa de su quinto viaje a África que lo llevará también a Sudán del Sur. El avión del pontífice despegó de Roma a las 08H28 (07H28 GMT) y está previsto que aterrice hacia las 15H00 (14H00 GMT) en el aeropuerto de Kinshasa, la capital del mayor país católico de ese continente, donde le han preparado una calurosa bienvenida.
Inicialmente prevista para julio de 2022, la visita tuvo que ser aplazada por el dolor de rodilla que padece Francisco, de 86 años, quien se desplaza en silla de ruedas, así como por los problemas de seguridad en Goma, en el noreste del país, etapa que fue cancelada.
El pontífice argentino desea para su 40º viaje internacional llevar un mensaje de paz y reconciliación a este país azotado por la violencia y la miseria.
- Contra la violencia y la explotación -
En la RDC, con aproximadamente 100 millones de habitantes, de los cuales dos tercios viven con menos de 2,15 dólares al día, el pontífice hablará "de los enfrentamientos armados y la explotación" que sufre ese país rico en recursos naturales, pero con una población empobrecida, según adelantó el mismo papa en el ángelus dominical.
El país africano se enfrenta desde hace meses al resurgimiento del grupo armado M23, que ha conquistado amplias franjas del territorio de Kivu del Norte, provincia fronteriza con Ruanda, al que el gobierno de RDC acusa de injerencia.
La visita papal se celebra dos semanas después de un ataque mortal reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en una iglesia pentecostal en Kivu del Norte.
Llamada antes Zaire, con riquezas tales como cobre, cobalto, oro, diamantes, uranio, coltán y estaño, la RDC tiene una historia marcada por el colonialismo, la esclavitud y los abusos.
Es también la tierra de Patrice Lumumba, líder anticolonialista africano, quien fue el primer ministro del Congo independiente en 1960, derrocado y asesinado.
- Vigilia y misa multitudinaria -
El jefe de la Iglesia Católica será recibido con una ceremonia oficial en el aeropuerto y luego recorrerá a bordo de su papamóvil las calles que conducen al Palacio de la Nación, donde será recibido por el presidente Félix Tshisekedi.
Ante las autoridades, el cuerpo diplomático y representantes de la sociedad civil pronunciará su primer discurso.
El martes por la noche, se calcula que decenas de miles de personas participarán a la vigilia de oración en el aeropuerto N'dolo de Kinshasa, donde pasarán la noche, antes de la multitudinaria misa del miércoles ante más de un millón de fieles.
Francisco se reunirá también con víctimas de la violencia, desplazados, miembros del clero y representantes de organizaciones benéficas.
Con 52 millones de católicos, la excolonia belga representa el futuro para el catolicismo que está perdiendo fieles en Europa y América Latina.
El papa viajará el viernes a Juba, capital de Sudán del Sur, el Estado más joven del mundo y uno de los más pobres del planeta, donde permanecerá hasta el 5 de febrero.