El papa Francisco confirmó su presencia a principios de agosto en las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) de Lisboa pese a sus problemas de salud.
El papa, de 86 años, fue operado el 7 de junio del abdomen y salió el viernes del hospital Gemelli de Roma tras 10 días de convalecencia.
El papa Francisco admitió el jueves por la mañana durante una audiencia que aún se encontraba "un poco bajo los efectos de la anestesia general" por la intervención de tres horas a la que fue sometido para resolver dolorosas "adherencias" en su pared abdominal.
"Mi respiración no es buena", reconoció, citado por el sitio oficial de información Vatican News.
El jesuita argentino ha experimentado todo tipo de problemas de salud en los últimos años (problemas de cadera, dolores de rodilla, varias operaciones y una infección respiratoria) desde su elección en 2013, y se mueve en silla de ruedas o apoyado en un bastón de forma cada vez más frecuente.
En los últimos meses, se han multiplicado los rumores sobre su eventual renuncia y sucesión. Este último ha sido el tercer ingreso del papa Francisco en menos de dos años. A finales de marzo, ya pasó tres días en el hospital por una infección respiratoria.
Pese a los repetidas sustos médicos, el papa Francisco mantiene su agenda llena, en ocasiones con hasta una decena de compromisos en la misma mañana.
Asimismo, continúa viajando, con numerosos desplazamientos especialmente en los próximos meses. Además de Lisboa, donde ya tiene agendados una veintena de encuentros y once discursos, también tiene previsto viajar a Mongolia a principios de septiembre y al sur de Francia a finales de ese mes.