Panamá, Costa Rica y República Dominicana, países de tránsito de miles de migrantes que buscan llegar irregularmente a Estados Unidos, establecieron una alianza estratégica con Washington para "atender las causas estructurales de la migración", informaron el lunes sus gobiernos.
Sus territorios son utilizados por migrantes que suben desde América del Sur y el Caribe, mayoritariamente haitianos que dejaron su país en los últimos años, aunque también venezolanos, cubanos y africanos. Su destino es Norteamérica.
"Como aliado, el país norteamericano contribuirá en los esfuerzos de la Alianza para atender las causas estructurales de la migración", señala un comunicado conjunto firmado por los mandatarios Laurentino Cortizo de Panamá, Luis Abinader de República Dominicana y Carlos Alvarado de Costa Rica.
En representación de Estados Unidos estuvieron el secretario de Estado Adjunto para Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente, José Fernández, y el jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina, Brian Nichols.
Una de las acciones del convenio entre la ADD y Estados Unidos será crear un "fondo especial" para atender las causas de la migración.
"Ya nuestros países invierten millones de dólares en atención migratoria cuando somos países típicamente receptores de migrantes (...) Así que ofrecemos trabajar con fondos de contrapartida, con la colaboración adicional de países como Estados Unidos", dijo Alvarado.
Como parte de su plan para enfrentar las causas que motivan la migración irregular hacia Norteamérica, el secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Alejandro Mayorkas, firmó la semana pasada un acuerdo en Costa Rica para fortalecer la lucha contra la trata de personas.
Según la ONU, casi un millón de mexicanos y centroamericanos huyeron de sus países en el 2021 a causa de violencia, falta de oportunidades, cambio climático y estragos por la pandemia del covid-19.