Una Comisión Internacional Investigadora de la ONU acusó este lunes a Rusia del crimen de lesa humanidad de traslado forzoso de población ucraniana de los territorios donde ha asentado su ocupación o a los que se está expandiendo, a través de infundir terror entre sus habitantes.
De acuerdo a las investigaciones que ha realizado esta Comisión, los ataques con drones y deportaciones "revelan esfuerzos coordinados y organizados por parte de las autoridades rusas para capturar más territorio, así como para consolidar su control sobre las zonas que ya ocupan en Ucrania".
Forma parte de esta estrategia obligar a las poblaciones locales a marcharse, agregó el responsable.
De manera detallada, Mose expuso que la evidencia confirma que las localidades atacadas por Rusia ahora se extienden a lo largo de más de 300 kilómetros en la orilla derecha del río Dniéper, que está bajo control de Ucrania.
En esa línea del frente, las fuerzas armadas rusas atacan a civiles que caminan o utilizan algún medio de transporte, así como bienes civiles, incluidas viviendas, infraestructura vital y edificios diversos en las provincias de Jersón, Dnipropetrovsk y Mykolaiv, precisó la Comisión.
Ataques
Desde posiciones al lado izquierdo de la orilla donde se encuentran, las fuerzas armadas rusas utilizan para sus ataques drones que les permiten la observación y el seguimiento de objetivos en tiempo real.
Con esas armas persiguen a las víctimas y les lanzan explosivos.
Moser agregó que los drones también han sido dirigidos contra socorristas, ambulancias y camiones de bomberos con marcas distintivas, impidiéndoles intervenir tras los ataques.
Asimismo, confirmó que los ataques con armas explosivas en zonas pobladas siguen siendo la principal causa de víctimas entre los civiles, que han aumentado considerablemente este año con respecto a 2024, al menos un 40 %.