El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo este miércoles 14 de agosto que la solución a la crisis tras las elecciones de Venezuela es un "asunto" de ese país y que la posición de México pasa por mantener su independencia.
México, Brasil y Colombia gobiernos de izquierda
Los gobiernos de izquierda realizan gestiones para buscar una solución a la crisis desatada tras las elecciones presidenciales del 28 de julio en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE), de línea oficialista, dio como ganador al presidente Nicolás Maduro, sin mostrar desde entonces las actas de votación.
La oposición denuncia ese proceso como un fraude y divulgó registros que asegura dan como amplio triunfador a su candidato Edmundo González.
Postura de México
Subraya que el estado mexicano tiene una posición de "actuar con prudencia y no dejarse acarrear", en referencia a países y organismos internacionales que cuestionan la legitimidad del proceso y no reconocen la reelección de Maduro.
"En el caso de Venezuela hay un reagrupamiento del movimiento de derecha", afirmó el presidente mexicano, al reiterar que su gobierno esperará a que las autoridades electorales venezolanas difundan las actas.
El mandatario había adelantado el pasado martes 13 de agosto que de momento no tiene previsto un nuevo contacto con sus homólogos de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Colombia, Gustavo Petro, enfatizando que esperaría el dictamen de la sala electoral del Tribunal Supremo de Justicia, también de orientación chavista, al que Maduro pidió "certificar" el resultado.
Sin embargo, López Obrador destacó este miércoles 14 de agosto que el llamado que hizo junto a Petro y Lula ha "ayudado" a que no se desborde la violencia en Venezuela, donde las protestas contra la proclamación de Maduro dejaron 25 muertos, 192 heridos y más de 2.400 detenidos, según balances oficiales.