Al minuto 62 del partido entre los equipos de Querétaro y Atlas en México, los aficionados se tomaron la cancha del estadio La Corregidora y sus alrededores para protagonizar uno de los hechos de violencia más impactantes en la historia del fútbol.
Las imágenes difundidas en redes sociales la noche del sábado mostraban a personas inconscientes, ensangrentadas y dejadas a su suerte en el suelo.
Para Gustavo Gutiérrez, lo que se vivió ese día fue un hecho sin precedentes en el fútbol, un exceso de furia en contra de personas indefensas. "No se me hace correcto que sigan golpeando a una persona que ya se encontraba completamente inconsciente".
A dos días del suceso, familiares de los heridos se mantienen a las afueras del hospital para dar seguimiento a la evaluación de sus seres queridos. Gabriela Godinez es una de ellos, a quien le tocó ver a su hijo desnudo en el estadio. "Lo tienen en observación para ver el estado de sus órganos tras semejante violencia".
Como consecuencia, las autoridades de México abrieron una investigación y las barras visitantes no podrán ingresar a los estadios del país, en lo que resta de este torneo de fútbol.
El presidente de la Liga BBVA de México, Mikel Arriola lamentó los hecho de violencia y anunció que se suspendieron todos los partidos de la jornada 9, en solidaridad con las personas afectadas en el encuentro de este sábado.
A pesar de no registrarse fallecidos por los enfrentamientos, el mundo fue testigo de cómo la violencia se ha desbordado hasta los aspectos más cotidianos de la vida en México.