Más de un millar de personas acudieron este jueves en Beirut (Líbano) al funeral del número dos del movimiento islamista palestino Hamás y de dos de sus compañeros, muertos en un ataque atribuido a Israel, observó un periodista de la AFP. Saleh Al Aruri y otros seis miembros de Hamás fueron matados el martes por la noche en un suburbio del sur de Beirut, bastión del movimiento islamista libanés Hezbolá.
Durante la oración, que tuvo lugar en una mezquita de un barrio obrero de Beirut, se colocó una ametralladora sobre cada féretro, indicó un periodista de la AFP.
El cortejo fúnebre avanzó entre sonidos de disparos hacia el campo de refugiados palestinos de Shatila, donde los tres hombres debían ser enterrados.
Las personas que acudieron corearon "Allah Akbar" (Alá es grande) y ondearon la bandera verde de Hamás y las banderas palestina y de la Yihad Islámica palestina.
"Abu Obeida, bombardea Tel Aviv", repetían dirigiéndose al portavoz del brazo armado de Hamás en Gaza, famoso por la emblemática kufiya que le recubre el rostro en sus apariciones públicas.
"El asesinato de Saleh Al Aruri o de cualquier otro palestino es una maniobra fallida, porque la resistencia dará a luz a nuevos líderes", declaró a la AFP Omar Ghannum, un palestino de 35 años que acudió al funeral "para denunciar el genocidio en Gaza y la violación de la soberanía libanesa a manos del ejército israelí".
Varias figuras de Hamás exiliadas están asentadas en Líbano, bajo la protección de su aliado Hezbolá.
El sangriento ataque de Hamás el 7 de octubre dejó cerca de 1.140 muertos en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales israelíes.
Tras el ataque, Israel lanzó una oleada de bombardeos y una ofensiva terrestre que ha dejado al menos 22.438 muertos, en su mayoría mujeres y menores de edad, según el ministerio de Salud del territorio palestino, gobernado por Hamás.
Desde el comienzo de la guerra en Gaza se producen enfrentamientos diarios entre el proiraní Hezbolá y sus aliados e Israel, pero estos se limitaron al sur de Líbano.
Israel no reivindicó el ataque en Beirut, pero fue acusado por Hamás, Hezbolá y el gobierno libanés.
Un funcionario estadounidense de defensa afirmó el miércoles que se trató de un "ataque israelí".