El presidente de Argentina, Javier Milei, fantaseó durante su visita a Chequia con la posibilidad de recibir el premio Nobel de Economía junto a su asesor Demian Reidel por hacer “desaparecer” con sus políticas “el conflicto entre la fábrica de alfileres y la mano invisible”.
En la última semana, el presidente de Argentina ha sido reconocido con premios entregados por laboratorios de ideas cercanos a la filosofía libertaria, de la que Milei es un fiel seguidor.
El Premio de Ciencias Económicas del Banco de Suecia en Memoria de Alfred Nobel, habitualmente nombrado como Premio Nobel de Economía, es un reconocimiento anual que otorga la Real Academia de las Ciencias de Suecia a contribuidores destacados en las disciplinas de la Economía.
Referencias a la escuela austriaca
Las palabras de Milei durante el acto estuvieron plagadas de referencias a sus economistas predilectos y a los miembros de la escuela austriaca, la corriente de pensamiento económico a la que se adhiere el mandatario argentino.
El presidente argentino criticó duramente al socialismo y a los economistas no liberales, se deshizo en elogios hacia nombres como el de Adam Smith y recordó el origen liberal de los nombres de sus perros -a los que se refirió, una vez más, como sus “hijitos de cuatro patas”-, Conan, Milton, Murray, Robert y Lucas.
Además de su acto de hoy en el Palacio Zofín, el presidente también se reunió en Praga con el primer ministro de Chequia, Petr Fiala, y con el presidente del país, Petr Pavel.
Está previsto que el presidente vuelva a Argentina este martes, después de visitar en los últimos días España, donde recibió la medalla internacional de la Comunidad de Madrid por parte de su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, y Alemania, donde mantuvo una reunión de trabajo con el canciller, el socialdemócrata Olaf Scholz.