El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, afirmó que su país hace gala de "la mayor moderación frente a los disturbios" en respuesta a la indignación expresada por varios países europeos tras la ejecución de un hombre relacionado con el movimiento de protesta.
Las autoridades, que tildan el movimiento de "disturbios", informaron que más de 200 personas murieron en las protestas y detuvieron a miles de ciudadanos, once de los cuales fueron condenados a muerte.
El jueves, por primera vez, un hombre de 23 años condenado a la pena capital por su implicación en las manifestaciones fue ahorcado, lo que despertó indignación en el extranjero. Varias oenegés advirtieron que hay otras ejecuciones previstas en el país.
"Al contrario que numerosos regímenes occidentales que reprimen violentamente incluso las manifestaciones pacíficas, Irán utilizó métodos antidisturbios moderados [...] Igual que en el proceso judicial, basado en [...] la igualdad", agregó.
Denunciando "agresiones armadas" y "actos de vandalismo", el ministerio subrayó que la seguridad pública era una "línea roja".
"En lugar de propagar mentiras motivadas políticamente, Occidente debería dejar de albergar, apoyar y alentar a los terroristas", agregó la institución.
Teherán suele acusar a Estados Unidos y a sus aliados occidentales de instigar este movimiento de protestas sin precedente, calificando de "terroristas" a los iraníes críticos con el régimen refugiados en esos países.
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