Los incendios en el sur de Turquía forzaron este domingo a más vecinos a abandonar sus casas mientras crece la presión contra el gobierno por su respuesta ante estos mortíferos fuegos forestales.
Desde el inicio de los incendios el miércoles, seis personas murieron y más de 330 recibieron atención médica.
Un barrio en la turística ciudad de Bodrum fue evacuada, indicó la cadena turca de CNN, porque el fuerte viento estaba avivando las llamas hacia el cercano distrito de Milas.
Incapaces de salir por carretera, 540 residentes fueron trasladados a hoteles en barco, indicó la cadena.
También hubo evacuaciones a la ciudad de Sirtkoy en la provincia de Antalya, indicó la televisión NTV, con imágenes de nubes de humo gris rodeando las casas.
El ministro de Agricultura y Bosques, Bekir Pakdemirli, dijo que 107 de los 112 incendios declarados estaban bajo control, mientras que las llamas siguen ardiendo en las turísticas regiones de Antalya y Mugla.
Las temperaturas seguirán siendo altas, alrededor de los 40ºC, en la región tras registrar niveles récord el último mes.
El 20 de julio, el servicio de meteorología registró 49,1ºC en el municipio de Cizre (sureste).
El gobierno fue criticado por la escasez de aviones hidrantes, que forzó a Turquía a aceptar ayuda de Azerbaiyán, Irán, Rusia y Ucrania.
Los expertos indican que el cambio climático causará más estragos en Turquía, con más incendios si no se toman medidas para remediar el problema.
Según datos de la Unión Europea, Turquía sufrió 133 incendios en lo que va del año 2021, comparado con una media de 43 en este momento del año entre 2008 y 2020.