"Espero que esté bien", repitió Kamala Harris poniendo en entredicho la salud mental de Donald Trump después de que su rival acortara la víspera un acto electoral para escuchar sus canciones favoritas en el escenario. Parecía "perdido, confundido", comentó el portavoz del equipo de campaña de la demócrata, que difundió un video sobre lo ocurrido.
La extraña escena tuvo lugar durante una sesión pública de preguntas y respuestas con simpatizantes organizada por el candidato en la localidad de Oaks, en Pensilvania, un estado del nordeste clave para los comicios.
El acto transcurrió en una sala aparentemente mal climatizada. Lo tuvo que interrumpir dos veces cuando unos espectadores sufrieron malestares que requirieron asistencia médica.
Trump se preocupó por ellos y pidió que el personal médico se tomara el tiempo necesario para atenderlos.
A continuación, a pesar de que el mitin de campaña había comenzado apenas media hora antes, el septuagenario bromeó: "¿Alguien más se va a desmayar?".
Una canción tras otra
Y sugirió: "No hagamos más preguntas, escuchemos música, convirtámoslo en música ¿A quién demonios le importa escuchar preguntas, verdad?".
El republicano pidió que se emitiera su lista musical favorita, empezando por el "Ave María" cantado por Luciano Pavarotti.
A Trump le gusta escuchar sus listas de canciones favoritas cuando viaja en su avión privado o se encuentra en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida.
Pero lo sorprendente el lunes fue que dio por terminada la sesión de preguntas y respuestas.
La velada electoral dio así un giro inusual durante más de treinta minutos, con el expresidente balanceándose de pie, micrófono en mano.
El público pudo escuchar "Con te partirò", de Andrea Bocelli; "Hallelujah", de Rufus Wainwright; "Nothing Compares 2 U", de Sinéad O'Connor; "An American Trilogy", de Elvis Presley; "Rich men north of Richmond", de Oliver Anthony; "November Rain", de Guns N' Roses; y, por supuesto, el éxito de los mitines de Trump, "YMCA", de Village People.
El magnate, que descarta presentarse de nuevo a las elecciones en 2028 si pierde, estimó en las redes sociales que la velada fue "increíble".
En los actos electorales del martes no mencionó el tema.
En los últimos días, Harris, de 59 años, ha acusado repetidamente a su oponente en la carrera por la Casa Blanca de ser mentalmente "inestable".
"Este hombre es débil e incapaz" de ser presidente, reiteró en una entrevista este martes.