Las protestas agrarias se recrudecieron este miércoles en Francia para lograr "respuestas rápidas" del gobierno a sus reivindicaciones, un día después de la muerte de una agricultora y su hija atropelladas en una barricada.
El dirigente sindical confirmó que el objetivo es "obtener respuestas rápidas" del gobierno del presidente Emmanuel Macron y, para ello, presentará el miércoles por la noche una lista de unas cuarenta reivindicaciones.
Terrenos en barbecho, uso de pesticidas, normas ambientales europeas, precio del carburante, acuerdos comerciales como el negociado entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur... La lista de críticas es variada, dependiendo del sindicato.
Pero todos comparten una misma preocupación sobre el futuro de un simbólico sector en Francia, entre el deseo de producir y exportar y la necesidad de reducir su impacto sobre la biodiversidad y el clima.
A primera hora del miércoles, agricultores a bordo de al menos 200 tractores invadieron la circunvalación de Burdeos (suroeste) y bloquearon la circulación en esta conexión clave entre España y París.
Ante una extensión de las protestas, que podrían conducir este miércoles a bloquear el acceso al túnel del Canal de la Mancha que conecta Francia con el Reino Unido, el gobierno multiplica los contactos con los agricultores.
El primer ministro, Gabriel Attal, se reunió con los diferentes sindicatos y, ante la Asamblea (cámara baja), avanzó las medidas que se podrían poner en marcha rápidamente, como una mejor remuneración de los agricultores por los gigantes de la industria agroalimentaria y los de la distribución.
Otros países de la UE registraron protestas similares como Alemania, Polonia, Rumanía y Países Bajos, un movimiento que preocupa a Bruselas cuando se aproximan las elecciones al Parlamento Europeo de junio.