El gobierno de Francia se opuso este viernes 22 de julio a reincorporar al personal médico suspendido por no vacunarse contra el covid-19, siguiendo la opinión de las autoridades de salud, en pleno debate sobre su readmisión ante la falta de sanitarios.
En Francia, el personal médico y de cuidados está obligado desde el año pasado a vacunarse contra el coronavirus para poder ejercer en centros de salud y residencias de ancianos. El 5 de julio, François Braun precisó en la Asamblea Nacional que el personal suspendido en estos centros es un 0,53%, un porcentaje muy bajo para este.
Su situación agitó el debate político en Francia en las últimas semanas, sobre todo en el parlamento, donde diputados de izquierda radical, de derecha y de ultraderecha criticaron que se les impida ejercer su actividad en un contexto de falta de personal. Los legisladores se pronunciaron el jueves a favor de que su reingreso sea automático si la HAS daba su visto bueno, pero este viernes este organismo estimó que la situación epidemiológica no pone en entredicho por ahora la vacunación obligatoria de estos trabajadores.
La séptima ola remite actualmente en los territorios de Francia en Europa (90.000 casos diarios la semana pasada), aunque las hospitalizaciones y decesos siguen en aumento, según las autoridades sanitarias.