Los reguladores de Estados Unidos presentaron el lunes una demanda para impedir que el agente de datos Kochava venda información de localización de teléfonos inteligentes que podría ayudar a rastrear las visitas a "lugares sensibles" como las clínicas de salud reproductiva.
Los datos de geolocalización adquiridos por Kochava, basada en Idaho, proceden de cientos de millones de dispositivos móviles, y podrían utilizarse para rastrear los movimientos de las personas hacia o desde clínicas, lugares de culto, centros de drogadicción o refugios para víctimas de violencia doméstica, dijo la FTC en un comunicado de prensa.
"El lugar donde los consumidores buscan atención médica, reciben asesoramiento o celebran su fe es información privada que no debería venderse al mejor postor", dijo Samuel Levine, jefe de la oficina de protección del consumidor de la FTC, en un comunicado.
La demanda de la FTC sostiene que Kochava está permitiendo identificar a las personas en función de sus decisiones sanitarias o su religión, exponiéndolas después a "amenazas de estigmatización, acoso, discriminación, pérdida de empleo e incluso violencia física".
Kochava compra la información de localización obtenida de los dispositivos móviles y la empaqueta de forma que pueda identificar dispositivos específicos y mostrar precisamente dónde estaban en determinados momentos, según la FTC.
"Por ejemplo, la ubicación de un dispositivo móvil por la noche es probablemente la dirección del usuario y podría combinarse con los registros de propiedad para descubrir su identidad", dijo la FTC.
Las personas no suelen estar al tanto de que sus datos de localización son comprados y vendidos por Kochava, señala la demanda.
La demanda llega apenas unos meses después de que la Corte Suprema anulara la histórica sentencia Roe contra Wade de 1973, que garantizaba el derecho de las mujeres al aborto.