La discoteca en Murcia frecuentada por latinoamericanos, donde el domingo murieron 13 personas en un violento incendio, tenía orden de cierre desde hacía un año, informaron este lunes las autoridades de la ciudad del sureste de España.
La medida se decretó porque la empresa que la gestionaba solo tenía licencia para una discoteca, el Teatre, pero había realizado obras para dividir el espacio y abrir otra, la Fonda Milagros, donde se produjo el mortal incendio, detalló en una rueda de prensa.
Ante preguntas de por qué no se había concretado el cierre de la conocida discoteca, que anunciaba sus fiestas de salsa, cumbia o reguetón en redes sociales, Navarro afirmó: "Vamos a actuar con contundencia para depurar todas las responsabilidades sobre lo ocurrido hasta las últimas consecuencias, cueste lo que cueste".
Entre las trece víctimas del incendio, que se desató en la Fonda Milagros hacia las 06H00 del domingo, hay colombianos, nicaragüenses, ecuatorianos y españoles, señaló a periodistas el delegado del Gobierno en Murcia, Francisco Jiménez.
Tras dar varias versiones encontradas durante la jornada sobre personas aún desaparecidas, el Ayuntamiento de Murcia anunció la tarde del lunes que apareció "en buen estado la última de las personas" que se dieron por desaparecidas.
Ante los señalamientos en su contra, la discoteca aseveró, en voz de su abogado Francisco Adán, que no había recibido notificación de "que no hubiera licencia".
- "Vamos a morir" -
El incendio, que afectó a las dos discotecas contiguas, Teatre y Golden, en esta zona de ocio nocturno en las afueras de Murcia, se habría iniciado en la segunda planta del local, adelantó el presidente regional de Murcia, Fernando López Miras.
La policía científica comenzó finalmente la investigación en el sitio del siniestro la tarde del lunes, indicó la alcaldía de Murcia, unas pesquisas que se retrasaron por las altas temperaturas de los escombros y el riesgo de derrumbe.
El dolor de los familiares era inmenso.
Una joven asidua a la discoteca afirmó El País que la zona de reservados en la segunda planta, el probable epicentro del incendio donde se celebraba un cumpleaños, era como "un laberinto" y solo se podía entrar o salir a esa zona por una única escalera.
López Miras dijo que encontró "desolación" y "conmoción" en los familiares de las víctimas con los que reunió, agregando que "lo que necesitan para aliviar un poco su dolor es que se pueda identificar ya al familiar o al amigo y puedan darle descanso".