La armada de Estados Unidos (EEUU) se queda este lunes sin comandante, como lo está el ejército de tierra y los marines, porque un senador republicano contrario al aborto bloquea todos los nombramientos.
Pero Tommy Tuberville, un senador de Alabama, un estado muy conservador del sur de Estados Unidos, lleva meses impidiendo que se aprueben cientos de nombramientos para puestos militares porque estima que la política del Pentágono de apoyar al personal militar que desee abortar es ilegal.
El republicano se opone a una política del Pentágono de ayudar financieramente a las mujeres soldado que quieren abortar a desplazarse de un estado a otro.
En junio de 2022, la Corte Suprema de Estados Unidos anuló la garantía constitucional del derecho de las mujeres estadounidenses al aborto, dejando que cada estado legisle sobre la materia.
Algunas soldado, destinadas en estados donde el aborto ha pasado a ser ilegal en la mayoría de los casos, deben viajar ahora a otros lugares donde el procedimiento sigue siendo legal.
El Senado puede sortear la obstrucción votando cada nombramiento por separado, pero el proceso se prolonga mucho más al no poder aprobarlos por unanimidad.
"Debido a esta suspensión general, a partir de hoy, por primera vez en la historia del departamento de Defensa, tres de nuestros servicios militares operan sin líderes confirmados por el Senado", dijo el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, este lunes por la mañana durante un acto con motivo de la partida de Gilday.
"Esto no tiene precedentes. Es innecesario. Y no es seguro", añadió.
La almirante Franchetti, actual número dos y primera mujer que dirigirá la armada de Estados Unidos, asumirá ambos cargos como interina.
Los jefes del ejército de tierra y del cuerpo de marines se encuentran en la misma situación y la preocupación crece porque Mark Milley, jefe del estado mayor al frente de todas las fuerzas armadas, también está a punto de dejar el cargo.