Las campanas tañeron y los nombres de las 2.977 víctimas fueron recordados este lunes en las ceremonias conmemorativas del 22 aniversario de los atentados perpetrados por la organización terrorista Al Qaida en Nueva York, Washington y Pensilvania, los peores de Estados Unidos (EEUU). La vicepresidenta Kamala Harris y el actual y anteriores alcaldes de Nueva York se sumaron a las familias de las víctimas en el Memorial del 11 de septiembre erigido donde otrora estuvieron las torres gemelas del World Trade Center que fueron derribadas por sendos aviones de línea lanzados como proyectiles por un grupo de terroristas.
Veintidós años después, todavía quedan 1.104 víctimas cuyos restos no se han podido identificar. La semana pasada las autoridades neoyorquinas anunciaron la identidad de dos nuevas víctimas gracias a estudios con nuevas tecnologías de secuenciación de ADN.
En el Pentágono en Washington, donde los secuestradores lanzaron un tercer avión contra el cuartel general militar estadounidense, un marinero hizo sonar una campana por cada uno de los 184 muertos que hubo en el lugar.
En el oeste de Pensilvania, donde un cuarto avión secuestrado que iba supuestamente dirigido contra la Casa Blanca se estrelló, las campanas tañeron por las muertes de cada uno de los 40 pasajeros y la tripulación que viajaban en el aparato.
"Sé que duele recordar este hito año tras año... Los hombres y mujeres del Departamento de Defensa siempre lo recordarán".
En Nueva York, en el Congreso y en otros lugares se guardó un minuto de silencio para conmemorar el atentado, planeado por el jefe de Al Qaida, Osama bin Laden, que fue encontrado y abatido casi una década después por los Navy Seals estadounidenses en una redada contra su escondite en Pakistán.
El presidente Joe Biden, que regresaba de una visita a Vietnam, iba a conmemorar el aniversario en la tarde del lunes desde una base militar estadounidense en Anchorage (Alaska).