El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, afirmó este lunes que defenderá "con firmeza la aplicación de justicia" a los opositores detenidos por presuntamente intentar desestabilizar al país, cuya liberación exigen gobiernos y organismos internacionales.
Unos 235 opositores están presos en Nicaragua, de los cuales más de 40 fueron condenados el año pasado a penas de hasta 13 años de cárcel por conspiración, menoscabo a la integridad nacional y otros ilícitos en perjuicio del Estado.
Entre los detenidos están algunos exaspirantes a la presidencia de la oposición que pretendieron competir contra la reelección de Ortega en 2021, así como empresarios, periodistas, religiosos y disidentes sandinistas, a quienes el gobierno tilda de "terroristas, golpistas y criminales".
Ortega mencionó que en Estados Unidos hay más de mil detenidos por el asalto al Capitolio en 2021, al igual que en Brasil por la reciente toma de edificios oficiales por parte de simpatizantes de Jair Bolsonaro, y que en esos países no "van a pedir la libertad de los golpistas".
Nicaragua vive una crisis política a raíz de las protestas que estallaron en 2018 contra Ortega, quien gobierna desde el 2007.
El mandatario vinculó las manifestaciones a un fallido golpe de estado promovido por la oposición con el apoyo de Washington.
Según el mandatario, ni siquiera la condena a "pena perpetua puede saldar el daño que le produjeron a Nicaragua los golpistas, los terroristas (opositores)".
En su intervención, el mandatario consideró que los acontecimientos que han vivido Bolivia, Perú y recientemente Brasil, "tiene que ver con la forma en que el fascismo que se está reinstalando en el mundo", principalmente en Estados Unidos y Europa, y que su gobierno no puede bajar la guardia.
Instó además a sus partidarios a "trabajar con energía, con firmeza, con disciplina, pero a dormir con un ojo abierto y otro cerrado porque las alimañas andan ahí".