El canciller de Colombia, Álvaro Leyva, abogó este viernes en una entrevista con AFP por una solución regional en el Tapón del Darién, una peligrosa selva pantanosa en su frontera con Panamá que cruzan cientos de miles de migrantes.
Más de 400.000 migrantes, en su mayoría venezolanos, han ingresado a Panamá por esta zona desde enero, más que en todo el 2022 (248.000), en un viaje generalmente hacia Estados Unidos, según datos oficiales panameños a inicios de octubre.
El jueves, la oenegé Human Rights Watch (HRW) advirtió que el Clan del Golfo, el principal cártel de narcotráfico de Colombia, pudo haber obtenido decenas de millones de dólares este año con el control de esa ruta migratoria.
Leyva consideró el Darién como "un sitio de paso" de la ruta migratoria, "donde hay una delincuencia absolutamente abrumadora", y para abordar la situación, aboga por una visión de conjunto y a nivel regional.
"Este es un reto muy grande", advirtió el canciller, al considerarlo no solo un tema de migración, sino "un tema de salud pública, de derechos humanos, de asistencia humanitaria".
En este sentido, puso como ejemplo a Panamá, un país de "unos cinco millones de habitantes" adonde están llegando cientos de miles de migrantes al año: "Eso no lo puede resistir un país con esa población. Eso implica recursos".
En el caso del Darién, el canciller del presidente izquierdista Gustavo Petro lamentó que durante mucho tiempo "se desconoció el origen [de la ruta], porque no se podía hablar de Venezuela", de donde son la "mayoría" de migrantes.
Como una de las soluciones, el ministro evocó así el fortalecimiento de la "economía venezolana", porque en una coyuntura económica más favorable, "la gente tiende a reducir su migración hacia fuera".