El cohete europeo Ariane 5 se despidió el miércoles desde el Centro Espacial de Kourou, en Guayana Francesa, tras poner en órbita un satélite francés y uno alemán, su última misión después de 27 años de servicio. Ariane 5 despegó la noche del miércoles a las 19H00 (22H00 GMT) en su tercer intento de trasladar los satélites después de dos aplazamientos, uno por motivos técnicos y otro por causas climáticas.
El lanzamiento de la noche del miércoles ocurrió sin complicaciones y fue observado por cientos de espectadores.
Marie-Anne Clair, directora del centro espacial, dijo a la AFP que el último vuelo de un Ariane 5, cuyos lanzamientos han marcado la vida del Centro Espacial Kourou desde hace tres décadas, estuvo "lleno de emoción" para los equipos en el sitio. Fue el vuelo 117 para esta línea de lanzadores.
El satélite francés lanzado ''marca un punto de inflexión para nuestras fuerzas armadas: mejor rendimiento y mayor resistencia al bloqueo'', dijo el ministro francés de Defensa, Sébastien Lecornu.
Sin embargo a que se le considera un cohete seguro, el Ariane 5 tuvo un comienzo difícil, desde que su vuelo inaugural explotó poco después de despegar en 1996. Su único otro fracaso de este tipo ocurrió en el 2002.
Difícil inicio
Desde entonces, el cohete ha realizado una larga serie de lanzamientos muy exitosos. Gilibert dijo que los tropiezos iniciales tuvieron ''el efecto positivo de mantenernos absolutamente vigilantes''.
La fama del Ariane 5 de ser un cohete confiable llevó a la NASA a usarlo para lanzar su Telescopio Espacial James Webb en el 2021, valorado en 10.000 millones de dólares.
El penúltimo lanzamiento del cohete fue en el pasado abril, cuando transportó a la nave espacial Juice, de la Agencia Espacial Europea (AEE), en su misión para descubrir si las lunas heladas de Júpiter pueden tener algún tipo de vida alienígena.
Daniel Neuenschwander, jefe de exploración humana y robótica de la Agencia Espacial Europea (AEE), dijo que en términos comerciales, Ariane 5 fue la "punta de lanza de las actividades espaciales europeas".
El cohete pudo transportar una carga mucho más grande que su antecesor, Ariane 4, dando a Europa una ventaja comparativa y permitiendo al continente establecerse en el mercado de los satélites de comunicación.
Mientras espera al Ariane 6, cuyo lanzamiento estaba previsto inicialmente para 2020, Europa ha dependido de los cohetes rusos 'Soyuz' para transportar cargas pesadas al espacio.
Pero Rusia suspendió su cooperación espacial con Europa en respuesta a las sanciones impuestas tras la invasión a Ucrania de febrero de 2022. Dicho esto, el número de lanzamientos desde Kourou cayó de 15 en 2021 a seis el año pasado.