Más de 10 millones de hectáreas resultaron incineradas por incendios forestales este año en Canadá, una cifra muy por encima del último récord que tenía el país norteamericano y que seguirá aumentando en las próximas semanas, según datos gubernamentales divulgados el sábado. El récord anterior de todos los tiempos de áreas quemadas se remonta a 1989 con 7,3 millones de hectáreas, según cifras nacionales del Centro Interagencial Canadiense de Incendios Forestales (CIFFC).
La magnitud de los incendios y su cantidad obligan a las autoridades a no intervenir y por tanto a dejar que la mayoría sigan ardiendo. Principalmente se incendian bosques boreales, lejos de las zonas habitadas. Sin embargo, traen graves consecuencias para el medioambiente.
El sábado, 906 incendios estaban activos en el país, incluidos 570 considerados fuera de control. No se salva ninguna provincia canadiense.
Al comienzo de la temporada, en mayo, fue Alberta, en el oeste, la que concentró todas las preocupaciones al enfrentarse muy rápidamente a una situación sin precedentes. Unas semanas más tarde, Nueva Escocia, una provincia atlántica con un clima muy templado, y especialmente Quebec, se vieron a su vez atrapadas en megaincendios.
Canadá pierde más de 2,7 millones de hectáreas por incendios
Y desde principios de julio es en la Columbia Británica donde la situación ha dado un giro dramático con más de 250 incendios en tres días la semana pasada, provocados principalmente por rayos caídos durante tormentas.
Gran parte de Canadá se encuentra en un estado de sequía severa con precipitaciones muy por debajo del promedio habitual durante meses y temperaturas altamente cálidas.