Los equipos de rescate intentaban este viernes por cuarto día consecutivo sacar con vida a un niño de cinco años, llamado Rayan, que cayó en un pozo en un pueblo en el norte de Marruecos, una operación que tiene en vilo al país. El niño Rayan cayó accidentalmente el martes por la tarde en un pozo seco, estrecho y de difícil acceso, excavado cerca de la casa familiar en la aldea de Ighrane. Los rescatistas llevaron oxígeno y agua al fondo del estrecho pozo, lo que sugiere que Rayan aún está vivo, según los medios locales.
Esperanza
Según las autoridades locales de Marruecos, los equipos de rescate están realizando los últimos trabajos de perforación vertical para llegar al fondo del pozo y salvar a Rayan.
Al mismo tiempo, están estabilizando el terreno circundante para poder excavar un túnel horizontal de tres metros para sacar al niño, evitando poner en peligro a los socorristas.
La fase del rescate es delicada por el riesgo de desprendimientos debido a la naturaleza del suelo en Marruecos, ya que algunas capas son arenosas y otras rocosas.
"Rayan estaba jugando y luego desapareció hacia las 14H00. Toda la familia se movilizó para buscarlo hasta que nos dimos cuenta de que se había caído al pozo", relató a la prensa la madre del niño.
Un equipo médico de Marruecos ha sido desplegado en el lugar del accidente para "realizar los exámenes iniciales y las intervenciones de reanimación del niño una vez se rescate", indicó la agencia de prensa MAP. Además, fue movilizado un helicóptero medicalizado en caso de emergencia.
Solidaridad
La tragedia ha generado simpatía y solidaridad en las redes sociales. El viernes, las emisiones en directo de varios medios de Marruecos seguían atrayendo a cientos de miles de espectadores, pendientes de la suerte del niño.
"Resiste pequeño Rayan, por favor resiste", imploró un internauta en Twitter.
El hashtag #salvemosarayan (en árabe) estaba entre las principales tendencias de Twitter en Marruecos por segundo día consecutivo.
"Hemos venido a ayudar a los socorristas. Llevamos tres días allí. Rayan es un niño de nuestra región, rezamos a Dios para que se salve", dijo un voluntario. "No nos iremos hasta que esté fuera del pozo", aseguró.
Este accidente recuerda una tragedia ocurrida en España en 2019 cuando un niño de dos años murió tras caer en un pozo abandonado de 24 centímetros de diámetro y más de 100 metros de profundidad en Andalucía. Tras una operación de gran envergadura los restos del menor fueron rescatados tras un despliegue que duró 13 días.