Jair Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva llevan chaleco antibalas en sus mítines electorales. A menos de tres meses de las elecciones presidenciales, en medio de una alta tensión en Brasil, la seguridad de los candidatos es una gran preocupación.
Distantes del resto de los candidatos, el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro y el exmandatario izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva se enfrentan en un duelo despiadado. Apuñalado gravemente en plena campaña de 2018 por un hombre con trastornos mentales, Jair Bolsonaro recorre nuevamente el país para la actual contienda. A sus 67 años, todavía se da baños de multitudes, pero usa chaleco antibalas.
Luiz Inácio Lula da Silva, de 76 años, se mantiene cautelosamente alejado de la multitud y ha contratado guardias de seguridad privados.
Una de las razones por la cual se muestra preocupación en este tema fue gracias a un evento de Lula da Silva en Rio de Janeiro la semana pasada, en la plaza Cinelandia, donde había gigantescas manifestaciones. Estas eran tan grandes que la plaza ya no era de libre acceso.
Pero el lanzamiento de una bomba casera cerca del público esa noche, aunque nadie resultó herido, provocó zozobra. El asesinato a tiros el pasado fin de semana de un representante local del PT que celebraba sus 50 años en el sur del país por un policía bolsonarista causó aún más revuelo.