El presidente Joe Biden dijo el jueves que confía en lograr que sus principales planes de infraestructura y gasto social se aprueben en el Congreso, pero restó importancia a las posibilidades de asegurar su objetivo de imponer una tasa impositiva corporativa más alta.
Biden sostuvo que la pugna en su partido demócrata está "reducida a cuatro o cinco temas", pero cree que puede "llegar" a un acuerdo.
Los demócratas tienen mayorías muy ajustadas en ambas cámaras del Congreso. Sin embargo, las divisiones internas están impidiendo la aprobación de una renovación de infraestructura de 1.2 billones de dólares y un enorme proyecto de ley de gasto social, separado que según Biden transformará las finanzas y la justicia para los estadounidenses de a pie.
Con la creciente presión sobre el partido para que no termine con las manos vacías, Biden está intensificando sus esfuerzos para negociar una tregua entre los miembros más conservadores y el ala progresista de izquierda.
Lo que está en juego son los elementos de la lista de deseos original de Biden y cómo financiarlos todos. Originalmente impulsó la cifra de 3,5 billones de dólares en gastos en el proyecto de ley de apoyo social, pero la última que se está considerando es de aproximadamente 2 billones.
Eso significa eliminar buena parte de la propuesta original.
Por ejemplo, un gran objetivo que han defendido Biden y su esposa Jill Biden, maestra de inglés, es el que propone dos años de educación superior gratuita en los Community College, que parece que se perderá por ahora, reconoció Biden. Sin embargo, confirmó que había respaldo para un aumento en el dinero para becas.
Pero más allá del regateo sobre dónde gastar el dinero, existe un debate igualmente feroz sobre cómo pagar.