Un equipo internacional de astrónomos anunció el lunes el descubrimiento de un enorme asteroide cuya órbita se cruza con la de la Tierra, creando una pequeña posibilidad de que se produzca una colisión catastrófica en un futuro lejano. El asteroide de 1,5 kilómetros de ancho, nombrado 2022 AP7, fue descubierto en un área donde es particularmente difícil detectar objetos debido al brillo del Sol.
La potencial amenaza viene del hecho de que, como cualquier objeto en órbita, su trayectoria se modificará lentamente por las innumerables fuerzas gravitacionales. Los pronósticos entonces son difíciles de hacer a mayor largo plazo.
El grupo e investigación financiado por Estados Unidos, NOIRLab, que opera múltiples observatorios, describió al asteroide como "el objeto más grande potencialmente peligroso para la Tierra que se ha descubierto en los últimos ocho años".
Al 2022 AP7 le toma cinco años darle la vuelta al Sol en su actual órbita, y su punto más cercano a la Tierra se mantiene a varios millones de kilómetros.
Si bien el riesgo es muy pequeño, una colisión de un asteroide de ese tamaño "tendría un impacto devastador en la vida como la conocemos", dice Sheppard. Explica que el polvo que se levantaría en el aire tendría un enorme efecto enfriador, provocando un "evento de extinción como no se ha visto en la Tierra en millones de años".
Ninguno de los aproximadamente 30.000 asteroides de todos los tamaños que han sido catalogados como "Objetos Próximos a la Tierra" (NEOs) amenaza la tierra por los siguientes 100 años.
Según Sheppard, hay "entre 20 y 50 NEOs enormes que falta encontrar", pero la mayoría está en órbitas ubicadas en el resplandor del sol".
Como preparación para el futuro descubrimiento de un objeto que implique mayor amenaza, la NASA llevó a cabo una misión de prueba a finales de septiembre en la que colisionó una nave espacial contra un asteroide, probando que es posible cambiar su trayectoria.