El empresario colombiano Alex Saab, cercano al presidente venezolano, Nicolás Maduro, compareció este lunes por primera vez ante un juez estadounidense en Miami, que le notificó su imputación por blanqueo de dinero, tras su extradición el sábado desde Cabo Verde.
La justicia estadounidense acusa al empresario de 49 años y a su socio Álvaro Pulido, en paradero desconocido, de dirigir una amplia red para desviar fondos de un sistema de subsidios alimentarios en Venezuela.
Según Washington, ambos transfirieron unos 350 millones de dólares desde el país sudamericano a cuentas que controlaban en Estados Unidos y otros países. Si se confirma su culpabilidad, afrontan penas de hasta 20 años de cárcel.
Saab estaba preso en Cabo Verde desde su arresto en junio de 2020, durante una escala. Las autoridades del archipiélago africano lo detuvieron entonces a petición de Estados Unidos, que lo había acusado de lavado de dinero casi un año antes.
- Críticas de Washington a Caracas -
De contratista de viviendas sociales en Venezuela, Saab pasó a dirigir una red de importaciones para el gobierno de Maduro, que le dio la nacionalidad, un título de embajador y luchó sin éxito para evitar su extradición a Estados Unidos.
Una decisión criticada por Washington este lunes. "Están poniendo el caso de un individuo por encima del bienestar, por encima del sustento de los millones de venezolanos que han dejado claras sus aspiraciones de democracia", declaró el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
El gobierno estadounidense instó además a Venezuela a liberar a seis exejecutivos de Citgo, filial de la petrolera estatal PDVSA, que regresaron a la cárcel poco después de la extradición de Saab, tras seis meses en arresto domiciliario por un caso de corrupción.
"Tras haber pasado ya cuatro años detenidos injustamente en Venezuela (...), deberían ser liberados de forma inmediata e incondicional", dijo Price sobre esos seis ciudadanos, cinco estadounidenses y uno con residencia permanente en el país norteamericano.