Pablo Gutiérrez, destacado financista, abordó la problemática del sistema de pensiones del programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) que presenta serias falencias que amenazan su sostenibilidad. Gutiérrez afirma que el modelo "solidario" es en realidad un sistema de reparto que depende de las contribuciones de los trabajadores para pagar a los jubilados.
Argumentó que una parte significativa de la cuota de los trabajadores se destina a un componente de beneficio definido, que solo cubre salarios hasta 500 dólares. De hecho, menos del 10% de lo que se aporta realmente va a la cuenta individual del trabajador.
Las recomendaciones internacionales sugieren que para asegurar una buena calidad de vida en la jubilación, los trabajadores deberían ahorrar entre un 10 % y un 20 % de sus ingresos. Sin embargo, en el modelo actual, la proporción que realmente se destina al ahorro es muy baja.
Propuestas para un sistema de pensiones sostenible
Gutiérrez propone que se realicen modificaciones en la estructura del subsistema mixto, trasladando todos los componentes a cuentas individuales. De esta manera, se podría incrementar significativamente la cantidad de fondos que cada trabajador ahorra para su futuro, lo que a su vez podría mejorar las tasas de reemplazo, el porcentaje del salario que se recibe al momento de jubilarse.
En cuanto a la cantidad de cuotas necesarias para jubilarse, actualmente se requieren 240 pagos, lo que equivale a 20 años de trabajo. Sin embargo, Gutiérrez señaló que se está considerando aumentar este requisito a 30 años, siguiendo las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional
Realidad del subsidio en el sistema
Un aspecto crítico que Gutiérrez mencionó es el subsidio que soporta el sistema. A medida que se examinan los datos de jubilación, se observa que quienes aportan menos, y en su mayoría tienen salarios bajos, son los que financian las pensiones de aquellos con ingresos más altos.
Según datos del INEC, en agosto de 2023, la mediana salarial era de 735 dólares y el 72.4% de la población empleada ganaba menos de mil dólares al mes. Esto plantea una cuestión de equidad, ya que aquellos que ganan menos están subsidiando a los jubilados con pensiones significativamente más altas.
Gutiérrez concluye que, aunque la solidaridad es un valor fundamental, esta no puede existir sin un sistema que sea sostenible en el tiempo.
La situación actual, donde la base de la pirámide sostiene a los que reciben pensiones más altas, refleja una estructura inversa que necesita ser reevaluada.