A pesar de que la calificadora mantuvo el grado de inversión para Panamá en el mes de agosto y subió su perspectiva a estable, las recientes protestas contra un contrato minero han resultado en una moratoria sobre nuevas concesiones mineras y han creado incertidumbre sobre el destino del contrato y la actividad minera en el país, informó hoy el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Esta incertidumbre representa riesgos a las proyecciones favorables de PIB y podría afectar negativamente la resiliencia económica. Por ende, S&P mantiene su calificación de riesgo para Panamá en “BBB” pero revisa la perspectiva a “Negativa”.
S&P aún espera un crecimiento económico promedio de 4.4% en los próximos años, mayor al de los países comparables, gracias a una economía diversificada y una buena cartera de proyectos de los sectores público y privado. Factores como su posición geográfica como centro logístico y las posibles oportunidades de “nearshoring” apoyan este crecimiento. S&P resalta la relación con Estados Unidos como parte del programa “CHIPS” para explorar la posibilidad de expandir el sector de fabricación de semiconductores.
Las proyecciones de S&P incorporan el riesgo de disminución de ingresos al Estado debido a una posible cancelación del contrato con Minera Panamá, en adición a la posible reducción de los dividendos de la Autoridad del Canal de Panamá debido al impacto que la seguía pueda tener en sus ingresos.