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Panamá se reafirma en lucha contra el fraude alimentario

"El fraude alimentario es una preocupación en Panamá y así lo hemos manifestado", señaló el Ministerio de Comercio e Industrias (MICI):

Redacción ECO
Por Redacción ECO

El gobierno de Panamá ha tomado medidas para combatir el fraude alimentario, como el fortalecimiento de los controles de calidad, la creación de unidades especializadas para investigar y sancionar a los responsables y a implementación de campañas educativas para informar a los consumidores sobre cómo reconocer y denunciar posibles casos de fraude, destacó este martes Joseph Gallardo, técnico de la Dirección General de Normas y Tecnología Industrial (DGNTI) del Ministerio de Comercio e Industrias (MICI).

Gallardo, junto a una delegación de especialistas del Ministerio de Salud (MINSA), el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) y la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (ACODECO) participaron recientemente, por invitación de la Unión Europea (UE), de un taller de formación en Bogotá, Colombia, que congregó a representantes de los países que conforman el Codex Alimentarius en la región, para abordar este tema de relevancia internacional.

“El fraude alimentario es una preocupación en Panamá y así lo hemos manifestado”, señaló Gallardo, quien advirtió que, para combatirlo, se requiere la colaboración de los consumidores, las autoridades y los productores para garantizar que los alimentos que se consumen sean seguros y de calidad. “El fraude alimentario es una preocupación en Panamá y así lo hemos manifestado”, señaló Gallardo, quien advirtió que, para combatirlo, se requiere la colaboración de los consumidores, las autoridades y los productores para garantizar que los alimentos que se consumen sean seguros y de calidad.

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El gobierno de Panamá ha tomado medidas para combatir el fraude alimentario, como el fortalecimiento de los controles de calidad.

El gobierno de Panamá ha tomado medidas para combatir el fraude alimentario, como el fortalecimiento de los controles de calidad.

Este tipo de fraude incluye la adulteración de alimentos, falsificación de etiquetas, manipulación de fechas de caducidad, sustitución de ingredientes de menor calidad, entre otras prácticas que exponen a los consumidores a ingredientes o sustancias no declaradas que pueden representar un riesgo para la salud, mientras que los productores legítimos pueden sufrir daños a su reputación y pérdidas económicas debido a la competencia desleal.

La Unión Europea, organizadora del taller, tiene una amplia experiencia en el combate a estas actividades fraudulentas, por lo cual nos brindó un espacio para homologar conceptos sobre el fraude alimentario, agregó Gallardo.

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