Aunque el proceso de recuperación en 2021 ha sido generalizado, se ha dado a diferentes velocidades en la región, tal es el caso de Panamá y República Dominicana, según el más reciente Informe de Actividades del Grupo BID “En la ruta hacia una recuperación económica inclusiva y sostenible”.
El empleo se recupera lentamente
Si bien 2021 fue un año de recuperación para la región, la reactivación del empleo se ha dado a un ritmo más lento que el de la actividad económica. Esto se debe en parte a que los sectores con mayor potencial de generación de empleo, como el sector de la construcción, el hotelero y el comercial, se han mantenido rezagados en comparación a otros menos intensivos en mano de obra, como manufactura, telecomunicaciones, energía y agricultura. Esta situación ha afectado en mayor proporción a los trabajadores informales y de menor calificación, como mujeres y jóvenes.
Para generar empleos de calidad, el Grupo BID se ha enfocado en apoyar el desarrollo productivo de las mipymes, que representan el 99% de las empresas de la región y aportan entre el 65% y el 70% del empleo de la población económicamente activa, a través de la promoción de las exportaciones, acceso a mercado y financiamiento del tejido productivo, con un énfasis en la incorporación de pequeños productores rurales en las principales cadenas de valor.
En el período 2020-2021, el Grupo BID movilizó US$5.634 millones en apoyo a la región para enfrentar los retos de la pandemia, contribuyendo no solo a la respuesta inmediata de salud y atención a poblaciones vulnerables, sino también al apoyo al tejido productivo y el empleo, así como intervenciones dirigidas a la recuperación económica frente a la pandemia.
Solo en 2021, el Grupo BID aprobó US$3.377 millones para los países de Centroamérica y República Dominicana. Este financiamiento superó en más de 20% al promedio de aprobaciones para el período 2016-2019 debido a una mayor participación del sector privado, que en 2021 representó un 35% del volumen aprobado.
El BID continuó su respaldo a la respuesta ante la crisis del COVID-19, mientras impulsó iniciativas de recuperación de la región en temas como competitividad, agenda digital, financiamiento a mipymes, gestión fiscal, inversión social e innovación agropecuaria y seguridad alimentaria. BID Invest, el brazo de inversión en el sector privado del Grupo BID, se focalizó en el apoyo al tejido productivo y empleo, especialmente pymes y sus cadenas de valor, así como en la facilitación del comercio exterior. BID Lab, el laboratorio de innovación del Grupo BID, enfocó su apoyo en el uso de tecnologías y prácticas agrícolas sostenibles, ecoturismo, inclusión financiera, capacitación y empleo.