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FMI redistribuye $100.000 millones a países en desarrollo

El FMI se fijó el objetivo de $100.000 y se alcanzó, aseguró la subdirectora y genrente, Kristalina Georgieva

AFP
Por AFP

El objetivo de redistribuir a los países pobres 100.000 millones de dólares de derechos especiales de giro, una moneda de reserva del Fondo Monetario Internacional (FMI) que sirve para el desarrollo y la transición climática, fue alcanzado, anunció este jueves su directora gerente, Kristalina Georgieva.

"El objetivo se fijó en 100.000 millones de dólares", y en este momento "alcanzamos el objetivo, tenemos los 100.000 millones", afirmó Georgieva en una cumbre financiera en París. "El objetivo se fijó en 100.000 millones de dólares", y en este momento "alcanzamos el objetivo, tenemos los 100.000 millones", afirmó Georgieva en una cumbre financiera en París.

En 2021, la comunidad internacional acordó una emisión de derechos especiales de giro de 650.000 millones de dólares, de los que 33.000 millones debían ir automáticamente para los países africanos, siguiendo las cuotas parte de cada Estado en la institución multilateral con sede en Washington.

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El FMI es una organización financiera internacional con sede en Washington. 

El FMI es una organización financiera internacional con sede en Washington.

Sin embargo, los Estados miembros quisieron ir más lejos y que esa cantidad para los países en desarrollo ascendiera a 100.000 millones de dólares, redirigiendo derechos correspondientes a los países ricos. Un objetivo que llevó más tiempo del previsto.

La redistribución de esos derechos de giro especiales forma parte de una serie de compromisos de los países más ricos hacia las naciones en desarrollo, que tardaron en materializarse.

Otro de ellos fue la promesa hecha en 2009 de ayudar con 100.000 millones de dólares anuales a los países pobres para financiar la prevención y la adaptación al cambio climático, una cifra que podría alcanzarse este año, con tres de retraso.

Ante la crisis de confianza generada entre los países del Sur, las instituciones financieras internacionales han prometido reformas internas para darse más medios con los que combatir la pobreza y el cambio climático en los países más vulnerables.