Adolfo Fábrega García de Paredes, presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP), asegura que en Panamá urge acelerar la educación técnica para ser el hogar de proyectos de impacto mundial.
El empresario indicó que "como muchos otros países en desarrollo, Panamá se enfrenta al desafío de brindar mayores oportunidades de formación y empleo a una población joven en constante crecimiento. Una solución que ha dado resultados efectivos en otras latitudes es la aceleración y la diversificación de la oferta de educación técnica para los jóvenes".
En su columna semanas, Cámara Opina, Fábrega García hace un llamado a la importancia que representa para la economía nacional sectores claves como la hotelería, tecnología informática y electrónica, logística, tecnología automotriz, ciencias de la salud, ingeniería industrial, agricultura sostenible, producción de artes teatrales, medios de comunicación y artes culinarias, entre otros, se requieren profesionales altamente capacitados para impulsar el desarrollo económico y social de nuestra nación.
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Adolfo Fábrega, presidente de la Cámara de Comercio.
Para dar pasos en esta dirección, destaca el papel importante que deberán jugar entidades tanto educativas gubernamentales como privadas; además de instituciones estatales y empresas privadas. Atentos también al rol que desempeñen otras organizaciones como el Instituto Técnico Superior Especializado (ITSE) y su Consejo Directivo, aunado al Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (INADEH); y cualquier otro ente que ofrezca programas de pasantías o prácticas en empresas que brindan la oportunidad de adquirir experiencia práctica y habilidades relevantes para el mercado laboral.
"La falta de habilidades técnicas es una barrera para el empleo de miles de jóvenes panameños. Este fenómeno contribuye al desempleo juvenil, y en muchos casos, a la marginalización social. Sin embargo, la educación técnica ha demostrado ser una herramienta efectiva para la inclusión social. La formación en habilidades técnicas específicas brinda a los jóvenes la oportunidad de mejorar sus condiciones de vida, reducir la pobreza y contribuir al desarrollo económico del país", indicó el empresario. "La falta de habilidades técnicas es una barrera para el empleo de miles de jóvenes panameños. Este fenómeno contribuye al desempleo juvenil, y en muchos casos, a la marginalización social. Sin embargo, la educación técnica ha demostrado ser una herramienta efectiva para la inclusión social. La formación en habilidades técnicas específicas brinda a los jóvenes la oportunidad de mejorar sus condiciones de vida, reducir la pobreza y contribuir al desarrollo económico del país", indicó el empresario.
Y agregó que el sector privado panameño está comprometido y dispuesto a apoyar este impulso en la educación técnica, razón por la cual, dentro de Agenda País 2019 - 2024, otorgamos especial relevancia a este tema.
"En esta línea, aplaudimos y reconocemos la importancia de la recién sancionada Ley para el Perfeccionamiento y Bienestar Docente. Su visión establece crear una institución insignia para el perfeccionamiento y bienestar de los educadores con programas basados en evidencia científica que permitan incidir positivamente en la transformación de la calidad de la educación del país con ciudadanos comprometidos, capaces, y con valores éticos y sociales. Es imperativo que nuestros educadores cuenten con las herramientas necesarias para formar a la próxima generación de profesionales altamente capacitados. Ojalá sus postulados se hagan realidad de manera pronta y eficiente". "En esta línea, aplaudimos y reconocemos la importancia de la recién sancionada Ley para el Perfeccionamiento y Bienestar Docente. Su visión establece crear una institución insignia para el perfeccionamiento y bienestar de los educadores con programas basados en evidencia científica que permitan incidir positivamente en la transformación de la calidad de la educación del país con ciudadanos comprometidos, capaces, y con valores éticos y sociales. Es imperativo que nuestros educadores cuenten con las herramientas necesarias para formar a la próxima generación de profesionales altamente capacitados. Ojalá sus postulados se hagan realidad de manera pronta y eficiente".
Para cerrar, Fábrega precisó: "Como vemos, acelerar y diversificar la oferta de educación técnica en Panamá no es solo una necesidad, sino una oportunidad imperiosa. Los jóvenes panameños tienen un enorme potencial que puede ser canalizado a través de la formación técnica, y el sector privado puede desempeñar un papel vital en este proceso. Un Panamá con una población juvenil bien formada y empleada será un Panamá más próspero, más inclusivo y con un futuro más prometedor".