La Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP) indica en su columna semanal "La Cámara Opina", que los "cierres de calles que venimos sufriendo los panameños recientemente, en lugar de avanzar las causas por las que supuestamente se obstruye el tráfico, terminan generando perjuicio a miles de panameños honestos que se presentan diariamente a sus puestos de trabajo o están justamente en la calle ganándose su sustento".
Aseguran que cada vez que se bloquea una calle, se perjudica a ciudadanos que se desplazan a sus trabajos, escuelas o negocios. "Esto significa la cancelación de miles de entrevistas de trabajo, clases escolares, citas médicas y pérdidas económicas considerables".
Las afectaciones llegan en todas las esferas, "especialmente para emprendedores, micro y pequeñas empresas, que son los más afectados por estos cierres de calles. Las pérdidas económicas y las oportunidades desperdiciadas son incalculables, mientras que los únicos beneficiarios parecen ser aquellos que, sin importar lo que hagan, tienen garantizada una remuneración".
Lo paradójico de los cierres de calles, apunta Fábrega, es que "no solo perjudica a aquellos directamente afectados, sino también de la mayoría abrumadora de la ciudadanía que no comprende porqué su libertad se vulnera sin ningún remedio. Igual ocurre con quienes organizan estas desafortunadas formas de protestar, ya que lejos de ganar la aprobación ciudadana, sus actos son repudiados con fuerza".
En lugar de los cierres de calles, recomienda, "hacemos un llamado ferviente a los manifestantes a explorar métodos de protesta que permitan la libre circulación de las personas y el acceso a los servicios esenciales. La protesta pacífica y la promoción de la conciencia pública pueden ser poderosas herramientas para el cambio social sin perjudicar a aquellos que no tienen participación directa en las decisiones gubernamentales".
El directivo de CCIAP opina que la protesta es esencial en una democracia, y se debe ser consciente de los perjuicios que provocan los cierres de calles. Demandar la mejora de determinadas situaciones es crucial, pero no a expensas de afectar adversamente a terceros. Como señaló el célebre político mexicano Benito Juárez, “el respeto al derecho ajeno es la paz".