La policía española anunció este martes la detención en Valencia de tres jóvenes sospechosos de haber proferido insultos racistas contra el atacante brasileño del Real Madrid Vinicius Junior durante el partido de LaLiga del domingo entre el equipo merengue y el Valencia.
Objetivo frecuente de descalificaciones racistas desde su llegada a la capital española en 2018, Vinicius Junior se quejó de haber recibido insultos y haber sido llamado "mono" en la derrota 1-0 contra el Valencia.
Estos ataques, denunciados por el jugador y por el Real Madrid, llevaron a la Fiscalía de Valencia (este) a abrir una investigación por un presunto "delito de odio", una categoría penal que en España incluye a los delitos racistas.
La Comisión Antiviolencia, órgano dependiente del Consejo Superior de Deportes (CSD), indicó el lunes que ya está "llevando a cabo las tareas de análisis de las imágenes disponibles para lograr la identificación de los autores" de los insultos y "proponer las correspondientes sanciones".
Este nuevo incidente suscitó muchas reacciones en España, donde la presencia del racismo en los estadios es denunciada desde hace tiempo por jugadores y asociaciones que consideran que este problema no se toma suficientemente en serio.
"Lo primero es reconocer que tenemos un problema de comportamiento, de educación, de racismo", admitió el lunes el presidente de la Federación Española (RFEF), Luis Rubiales, mientras que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, instó a tener "tolerancia cero" frente al racismo en el fútbol.